15/10/14
Hacer para después demoler
Las paradas que van a desarmar son las de Pompeya y Sáenz, construidas el año pasado. Pertenecen al metrobús del sur, cuya construcción costó más de 223 millones de pesos. La administración PRO hará ahora en su lugar un centro de trasbordo.
El gobierno de Mauricio Macri está  licitando un centro de trasbordo en Pompeya, para el que deberá desmontar dos  estaciones del metrobús del sur. Cada una costó cerca de dos millones de pesos,  según el equipo del auditor porteño Eduardo Epszteyn. “Toma las decisiones de  manera apresurada y todos pagamos la improvisación y el marketing”, indicó el  auditor a este diario sobre una de las obras que la gestión PRO promocionó  durante la campaña del año pasado. La decisión se suma a una serie de obras en  las que se invierten fondos para luego demolerlas, como el boulevard en avenida  Cabildo, que se hizo en un lugar que iba a tener que demolerse por una obra del  subte, o bien la plaza seca Voluntarios Héroes de la Reconquista, que fue  construida a fines de 2011 y demolida este año.
      El metrobús del sur costó más de 223  millones de pesos y estuvo envuelto en una polémica por los adicionales que  cobró la empresa constructora Bricons-Miavasa. El auditor Epszteyn fue uno de  los que se ocuparon de señalar que la empresa recibió un 89 por ciento más del  monto destinado originalmente a esa obra. Según el equipo del auditor, las dos  estaciones que están sobre la avenida Sáenz (la estación Pompeya y Sáenz) costaron  cerca de dos millones de pesos cada una. Ahora el gobierno porteño lanzó una  licitación para un centro de trasbordo que implicará desmontar esas dos  estaciones. La empresa que ganó esa licitación es, casualmente, la misma que  había construido el metrobús del sur: Bricons, cuyo presidente es Mario  Raspagliesi. Ahora se llevará otros 39.977.335 pesos por desmontar las  estaciones de metrobús que construyó hace un año y construir la nueva obra.
      La licitación 640 lanzada por la Jefatura  de Gabinete, a cargo de Horacio Rodríguez Larreta, prevé construir un “centro  de trasbordo” que integrará al subte H con el metrobús del sur y que estará  ubicado en avenida Sáenz entre avenida La Plata y Del Barco Centenera. Allí  están actualmente las dos estaciones del metrobús que el gobierno porteño  construyó el año pasado. Sobre esto, la memoria descriptiva del proyecto dice:  “Actualmente se encuentran emplazados en la traza dos paradores de 14 módulos  de 3,30 metros, cada uno de ellos. Por ubicación y por características, los  mismos no servirán para el nuevo sistema en cuestión”, indica. Y agrega  consejos a la empresa privada: “La adjudicataria deberá contemplar el desmonte  de cada elemento que compone ambos paradores, con extrema precaución, para ser  reutilizados en futuros metrobuses”. Se supone que las partes de los paradores  serán almacenadas en un depósito a la espera de nuevas obras. “El plan de  transporte de Macri es más producto de marketing que de una verdadera  planificación”, advirtió el auditor Epsz-teyn sobre la obra que la gestión PRO  lanzó en plena campaña del año pasado y ahora prevé desmontar. “Toma las  decisiones de manera apresurada, tal como advertimos –recordó–. Cuando fue lo  de metrobús del sur, planteamos que iba a haber problemas en ese lugar. Como  auditores, pudimos observar algo que ahora les cuesta millones de pesos a los  porteños. Todos pagamos la improvisación y el marketing.”
      Curiosamente, no es la primera vez que el  gobierno porteño gasta millones en una obra que, poco tiempo después, decide  demoler. Sobre la avenida Cabildo ya hubo una polémica en torno de los  boulevares que ordenó construir el subsecretario de Atención Ciudadana, Eduardo  Macchiavelli. Luego Macri resolvió construir allí otro metrobús, por lo que los  boulevares son historia. Pero la comunera socialista Julieta Costa Díaz  descubrió que en esa misma zona desde 2011 el gobierno porteño tenía proyectado  hacer una obra para las cocheras de la línea D de subte, por lo que hicieron  los boulevares en un lugar que iba a ser motivo de demolición. “La Ciudad es  dinámica y las demandas cambian”, alcanzó a justificar la decisión el  subsecretario Macchiavelli antes de que Costa Díaz lo denunciara penalmente por  incumplimiento de los deberes de funcionario público, abandono del patrimonio  del Estado y daños causados al erario de la Ciudad. Los boulevares costaron  cinco millones de pesos.
      Costa Díaz recuerda  otros ejemplos: la puesta en valor de Plaza Portugal se hizo dos veces: en 2011  y 2012. Lo mismo pasó con la plaza Fumarolla. Otro caso que se suma a la lista  es el de la plaza seca en Chacarita, que el gobierno porteño construyó a fines  de 2011 en Avenida Corrientes, entre las bocas de la línea B del subte, por un  millón y medio de pesos. A comienzos de este año la demolieron para hacer  dársenas para los colectivos, pese a las denuncias de los comuneros. El  comunero kirchnerista Luis Cúneo indicó que “la plaza desapareció. Para cuando  llegó el amparo que pedimos, la obra estaba avanzada. Ahora la obra está parada  por una medida cautelar. (Pag.12)
