29/09/14
Colombia, camino a cambiar Metrobús por Subte
Mientras el GCBA privilegia la extensión de los  carriles exclusivos en detrimento del Subte, Bogotá, la ciudad del sistema de  BRT más grande del mundo busca licitar próximamente su primera línea de  subterráneos ante la insuficiencia de los colectivos articulados.
      Las fuertes demoras y el caos de tránsito  vehicular que azotaban a Bogotá, la capital colombiana, obligaron a las  autoridades de esa ciudad a diseñar en 1998 un sistema de transporte masivo de  tipo BRT (Bus Rapid Transit) que fue bautizado como Transmilenio por  inaugurarse en el año 2000. Alteró prácticamente toda la movilidad de la  ciudad, dejando de lado el sistema distribuido para implementar un sistema  tronco-alimentado, para lo cual se crearon 12 líneas troncales de buses  articulados con pago previo al abordaje y otras 107 líneas alimentadoras. El  Transmilenio fue uno de los pioneros en Latinoamérica y se convirtió en la red  más extensa de BRT del mundo, con 775 kilómetros totales de servicio  interconectado, coordinado y con pago unificado.
      A diferencia del Metrobús publicitado por el  gobierno de Mauricio Macri, el sistema colombiano cuenta con verdaderas líneas  de BRT y unidades específicas. Contiene paradas con pago previo al abordaje,  sistema de información de espera aproximada y plataformas elevadas. Las líneas  troncales cuentan con vías exclusivas, segregadas del tránsito vehicular, y en  algunos casos la calzada comparte largos trayectos en autopistas y autovías,  con lo que no existen semáforos ni otras interferencias que generen demoras.  Esta solución de transporte le permitió a Bogotá mitigar de forma rápida y  económica los incipientes problemas de emisión de gases de efecto invernadero y  contaminación sonora, sobre todo en zonas de alta densidad poblacional y casco  histórico.
      Sin embargo, a tan sólo 14 años de su  implementación, la red de BRT ya presenta signos de saturación. Si bien la  expansión del sistema continuó casi incesantemente hasta el 2013, estudios  recientes avalados por el Banco Mundial sugieren que la mejor solución para  cubrir trazas de alto tránsito en Bogotá es la implementación de una red de  metro. El sistema actual se encuentra cerca de su límite de capacidad  operativa, y el gobierno local no ha logrado mitigar el caos vehicular ni  siquiera apelando, como hizo recientemente, a restricciones para el transporte  particular.
      La Alcaldía de la Ciudad ha diseñado una línea  de metro de unos 29 kilómetros de extensión, de los cuales 20 serán  subterráneos. El costo de la primera línea de este sistema ascenderá a $1.920  millones de dólares. El costo será financiado en un 70% por el gobierno  nacional. En paralelo, se trabaja con el Banco Mundial para obtener  financiación y el apoyo técnico a la obra. Se prevé el lanzamiento de la  licitación para 2015 y para 2021 podría estar terminada. (enelSubte)
