02/06/14
La Metropolitana vigila bajo tierra, pero aún convive con la Federal
Según el Gobierno de la Ciudad, a medida que se agreguen efectivos se irán retirando los de la Policía Federal. Desde ayer comenzaron a sumarse agentes de la fuerza porteña a la custodia de estaciones y andenes.
Después de varios anuncios y demoras, finalmente la Policía Metropolitana se sumó a la custodia de la red de subtes. Por el momento convivirá con la Policía Federal, a la que el Gobierno porteño le paga adicionales. Pero la idea es armar una división propia de 550 agentes, reforzada por un sistema de vigilancia con cámaras.
La medida había sido adelantada el viernes y ayer ya se pudieron ver a los agentes de la fuerza policial porteña recorriendo las instalaciones de la red. Por ser domingo y haber menos pasajeros que en los días hábiles, apenas intervinieron en incidentes menores, según informaron a Clarín fuentes del Gobierno porteño. Lo efectivos hicieron rondas por distintas estaciones, tanto en la zona de ingreso como en los andenes.
Según informaron en Subterráneos de Buenos Aires (SBASE, la empresa estatal porteña que maneja la red), los agentes de la Metropolitana se irán incorporando de a poco, hasta llegar a los 550.
Algunos tienen experiencia por haber pertenecido a otras fuerzas policiales, pero muchos se acaban de incorporar tras haber completado su formación en el Instituto policial de la fuerza porteña. Además, la fuerza ya tenía 20 hombres que recorren las estaciones de civil.
La idea del Gobierno porteño es montar una red de cámaras de seguridad y un centro de monitoreo para apoyar el trabajo de los policías y a la vez recolectar pruebas para la Justicia.
En tanto, los 800 agentes de la Federal que hasta ahora custodiaban la red porque el Gobierno porteño les paga adicionales, seguirán trabajando, en conjunto, con los vigiladores privados que ya venían cumpliendo tareas.
El subte porteño tiene seis líneas con 83 estaciones y 17 del Premetro. Cada día hábil viaja más un millón de pasajeros, en promedio. Sin embargo, la seguridad viene siendo un foco de conflicto desde hace años. Por un lado, por la gran cantidad de robos: organizaciones de pasajeros que se formaron en las redes sociales para detectar a punguistas afirman que en la red hay uno 500 ladrones, muchos de ellos extranjeros, que actúan principalmente en las líneas B y C.
Otro hecho demuestra la falta de vigilancia en estaciones y cocheras: la gran cantidad de formaciones vandalizadas por grafiteros. Cuando el Gobierno porteño se hizo cargo, a comienzos del año pasado, el 80% de los 482 vagones de la red estaban pintados. Eso obligó a Sbase a invertir para limpiar la flota, y ya lleva recuperados los 114 coches de la línea B, los 126 de la D y los 60 de la E, y ahora comenzará con los 78 coches de la C.
El problema de la seguridad en el subte se agravó a comienzos de 2012, cuando se empezó a discutir el traspaso de la red de la Nación al Gobierno porteño.
Hasta ese momento, la custodia era responsabilidad directa de la Federal, que hasta tenía una división especial y un destacamento en la estación Boedo de la E. Pero en enero de 2012 la entonces ministra de Seguridad Nilda Garré anunció unilateralmente que la fuerza ya no se ocuparía del subte, decisión que hasta motivó un paro de los trabajadores.
Este fue uno de los principales temas por los cuales Mauricio Macri resolvió entonces frenar el traspaso del subte. Finalmente, en enero del año pasado la Ciudad resolvió tomar el servicio y pagarles los adicionales a 800 federales. Paralelamente, a fines del año pasado, en la ampliación del Presupuesto, votó la creación de una partida de $ 15 millones para empezar a pagarles los sueldos y comprar los equipamientos para los efectivos de la Metropolitana que iban a ir al subte. Aunque se había prometido originalmente para diciembre y luego para enero, la fuerza porteña recién desembarcó ahora. (Clarín)