08/04/14
Grafitis: descontrol bajo tierra
Mientras la Ciudad reportó haber terminado con las tareas de limpieza en la línea E, vandalizan más trenes y estaciones, algunas de ellas consideradas Monumento Histórico Nacional. Violencia, amenazas y falta de seguridad: una problemática de la que nadie parece hacerse cargo.
El flagelo del vandalismo es un fenómeno que afecta en forma indistinta a todas las redes de transporte masivo del mundo. En algunas, a fuerza de reforzar la custodia, mejorar la seguridad de las instalaciones y grandes gastos de limpieza, el fenómeno es prácticamente imperceptible. En otras, como Buenos Aires, donde la limpieza puede llegar a demorar años, la presencia de instalaciones deterioradas por deficiencias en el mantenimiento y la vandalización de las mismas es una constante.
Recientemente, Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) informó que había dado término a las tareas de limpieza de grafitis en los trenes de la línea E, completando un proceso iniciado a mediados del año pasado que se había iniciado en la línea B. En la línea C, en tanto, las tareas de limpieza se encuentran en pleno desarrollo. Los trabajos de remoción de grafitis son altamente costosos. La aplicación del producto, informó SBASE en enero pasado, insume unos 30.600 pesos por coche. Esto implica que en una formación típica de seis coches como las que circulan en las líneas B, C y D, la limpieza cuesta 180.000 pesos por tren. Es decir, entre dos y cuatro millones de pesos por línea.
Tales gastos tienen sentido cuando se trata de una limpieza a realizar por única vez, tal como se planteó originalmente. No obstante, la red presenta enormes lagunas y deficiencias en cuanto a seguridad, razón por la cual continúan siendo habituales las intromisiones de grupos (crews) de grafiteros. Las líneas más expuestas son las C y E. Es habitual la realización de pintadas en estaciones como Constitución, Bolívar, Varela o el taller San José, sobre todo en horarios nocturnos de fines de semana y feriados. Las que parecen salvarse, por ahora, son las líneas A y H, mientras que en las B y D, luego de completada la limpieza, han vuelto a aparecer pintadas inclusive sobre la nueva identidad gráfica desplegada por el GCBA. (enelSubte)