27/08/13
Un acuerdo con pocos resultados a la vista
A dos semanas del fin del conflicto en la línea B, siguen las dudas por la calidad del servicio
Hoy se cumplen dos semanas del acuerdo firmado entre la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp), Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) y Metrovías que permitió destrabar el conflicto por el cual los trabajadores se negaban a llegar a las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas de la línea B. El acta tenía carácter provisorio para que, quince días después, las partes evaluaran los nuevos cronogramas de servicios, las condiciones de seguridad de las instalaciones y la cantidad de maquinistas y guardas que era necesario promover, entre otras cuestiones.
Con el plazo cumplido, cabe preguntarse qué ocurrió. En estas semanas, el servicio de la línea B sufrió interrupciones por fallas en el sistema de señalización, demoras, obstaculización de las vías (por un perro que se paseó a gusto), incidentes entre pasajeros y trabajadores y una jornada de paro. "Mañana [por hoy] no pasará nada porque en la misma acta firmamos que se prorrogaba", dijo a LA NACION Roberto Pianelli, titular de la Agtsyp.
"En realidad es como si no hubieran pasado 15 días porque no se pudo probar nada: ni los tiempos de vuelta ni la cantidad de conductores y de trenes", amplió el metrodelegado. Según especuló, pasará un mes más para que el funcionamiento de la línea B sea óptimo, "siempre y cuando no aparezcan fallas en el sistema de señalización".
En la mañana de ayer, en la estación Rosas se originaron retrasos en la salida de las formaciones y el servicio se prestó en forma reducida entre Alem y Los Incas. "Son ajustes propios que se hacen con la línea en funcionamiento", explicó en declaraciones radiales Lucía Ginzo, vocera de Metrovías. El problema se presentó entre las 8 y las 9, y luego el servicio fue normal durante toda la jornada. Sin embargo, la empresa y los delegados advirtieron que podría haber otros inconvenientes y pidieron paciencia a los pasajeros.
"En estas dos semanas hubo otros problemas: en la estación Pueyrredón se rompió una vía, y se quebraron los cambios [de vía] en Rosas y de Los Incas. Fue el jueves pasado, cuando se armó todo el lío", recordó Pianelli. Esa mañana una conductora, delegada de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), fue agredida por un grupo de pasajeros impacientes porque la formación no salía de Rosas. Y a la noche varios empleados debieron atrincherarse en la cabina de la estación Federico Lacroze. Se protegían de los insultos de varias personas que viajaban en la formación que tardó 90 minutos en recorrer el trayecto Alem-Lacroze. Al día siguiente los metrodelegados decretaron un paro por 24 horas y la solución llegó por la tarde en la Subsecretaría de Trabajo porteña.
Por otro lado, como publicó ayer LA NACION, el gobierno de la ciudad planea inaugurar las estaciones Flores y San Pedrito de la línea A antes de fin de año, aunque la apertura quedará condicionada al acuerdo con los metrodelegados por las nuevas condiciones laborales y el tiempo de servicio.
"Todavía no empezamos a charlar. Cuando [el gobierno] nos llame, veremos", dijo Pianelli. "Vimos las instalaciones de San Pedrito y están bastante bien. Pero no creo que lleguen a inaugurarlas antes de fin de mes porque no tienen los trenes", agregó. (La Nación)