07/08/13
Insólita falta de acuerdo para reabrir 2 estaciones de subte
Dos semanas, cuatro reuniones y ninguna solución. Las dos estaciones nuevas del subte B, Echeverría y Rosas, que fueron inauguradas el 26 de julio, seguirán sin funcionar porque el Gobierno porteño, la concesionaria Metrovías y los metrodelegados aún no pudieron ponerse de acuerdo en las cuestiones que motivaron la medida de fuerza gremial: las condiciones de seguridad y comunicaciones en las nuevas paradas, y especialmente los cambios en la cantidad de horas de trabajo para los conductores y guardas por el agregado de las estaciones. Ayer hubo una cuarta reunión para intentar destrabar el conflicto y que finalmente las dos estaciones puedan usarse plenamente, lo que beneficiaría a unas 50.000 personas. Desde la empresa Sbase, encargada de los subtes porteños, como desde Metrovías, confiaban en un acuerdo. Pero otras fuentes advertían: “No creo que los metrodelegados levanten la medida antes de las elecciones del domingo”. Lo cierto es que el encuentro, que comenzó a las 15 y duró hasta después de las 21, no terminó con ninguna solución, por lo que las charlas pasaron a un nuevo cuarto intermedio hasta hoy a las 15. Según fuentes que participaron de la negociación, aunque la reunión de ayer no logró reabrir las estaciones, hubo un acercamiento que podría derivar en un acuerdo esta tarde. Para la Ciudad y la concesionaria, el verdadero motivo de la medida gremial son los cambios en el cronograma de trabajo. Los conductores y guardas cumplen una jornada de 6 horas, en las que hacen cinco vueltas completas que les demandan 4.30 horas. El resto del tiempo es para descansar. Al sumarse al recorrido 1,6 kilómetros deben estar sobre las formaciones 5.08 horas, lo que les quita tiempo de descanso, aunque desde la empresa afirman que el esquema sigue dentro de los plazos legales. Para zanjar esta diferencia, comenzaron a delinear un cronograma transitorio: que los trabajadores dieran cuatro vueltas y media, y que se compensara la diferencia con más personal. Las fuentes le dijeron a Clarín que hoy se discutiría ese cronograma y la forma de implementarlo “Estamos teniendo la mejor de las voluntades”, declaró anoche Roberto Pianelli, secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), tras la reunión, y agregó: “Lo mejor es que pudimos recorrer las instalaciones con Metrovías y Sbase”. Hizo referencia a una recorrida que, en la mañana de ayer, se realizó en los túneles de las nuevas estaciones, cuestionados por los trabajadores, que denunciaron y fallas y riesgos para su seguridad. El conflicto se desató el mismo 26 de julio. Los metrodelegados ya habían avisado que no iban a conducir los trenes más allá de Los Incas y el Gobierno porteño inauguró igual las nuevas paradas. Por eso, Metrovías tuvo que poner personal jerárquico para completar el recorrido. El fin de semana siguiente, como no alcanzaban los supervisores e instructores, las estaciones no funcionaron, y toda la semana pasada se mantuvo el esquema de emergencia. Pero ante la falta de resolución del conflicto, los trenes, otra vez, dejaron de llegar hasta Villa Urquiza el miércoles y no volvieron a hacerlo. Los usuarios se quejaron. Incluso cuando Echeverría y Rosas funcionaban: como había cambio de conductores, se produjeron grandes demoras, sobre todo en las horas pico, y la gente viajó mal, apretada. Los metrodelegados afirmaron siempre que su principal problema era la falta de seguridad en las nuevas estaciones, donde denuncian filtraciones y riesgo de electrocución. Pero la Justicia no lo avaló: primero rechazó un recurso de amparo presentado por el legislador Alejandro Bodart, de Nueva Izquierda, contra la apertura de las estaciones. Y ayer denegó un pedido similar que había presentado Pianelli, ya que el juez Aurelio Ammirato consideró que las estaciones están aptas para funcionar. “Las estaciones están en perfecto estado de seguridad”, había dicho Juan Pablo Piccardo, titular de Sbase, antes de la reunión que ayer, una vez más, no logró resolver un conflicto insólito que hoy cumple 13 días. (Clarín)