22/07/13
Subte: ya se pueden hacer autocargas en la SUBE
Las  máquinas automáticas para recargar la tarjeta SUBE llegaron al subte porteño.  La Ciudad instaló en la estación Hospitales de la línea H los tres primeros  dispositivos tecnológicos para que los usuarios se autoabastezcan, y está  previsto que en lo que resta del año se coloquen otras 23 terminales  electrónicas en diferentes estaciones de las seis líneas del servicio.  La forma de operar las terminales  electrónicas es sencilla. Cada usuario deberá colocar el billete que desea  cargar y acercar la tarjeta a un lector. Segundos después, el nuevo saldo se  visualizará en la pantalla de la máquina.   Como se recordará, en septiembre de 2011 la presidenta Cristina  Fernández de Kirchner cuestionó a los boleteros del subte que se negaban a  cargar la SUBE por la tendinitis que, aparentemente, les producía el movimiento  de sus brazos. Ahora, con la instalación de estos dispositivos, los empleados  de la red tendrán menos demanda detrás de las ventanillas.  El plan de Subterráneos de Buenos Aires  Sociedad del Estado (Sbase), a cargo del control de la concesión, es equipar  toda la línea H, en virtud de que es la extensión más nueva. Luego pretende  continuar con las estaciones que se estrenarán próximamente, como Echeverría y  Rosas, de la línea B, y San Pedrito y Flores, de la línea A.  "El objetivo es mejorar la experiencia  del usuario y brindar la mayor cantidad de beneficios posible", dijo el  presidente de Sbase, Juan Pablo Piccardo.   Cada máquina le cuesta al gobierno porteño 65.000 pesos. Los primeros  días, promotores les enseñarán su utilización a los usuarios. Y antes de fin de  año, en la línea H, se colocarán dos unidades en la estación Corrientes, dos en  Humberto I y en Hospitales, y una en las estaciones Inclán, Caseros y Parque  Patricios. Además, en la línea A habrá tres máquinas en la estación San Pedrito  y otras tres en Flores, de gran caudal de pasajeros por las líneas de  colectivos y tren que confluyen en esa zona.   Por su parte, en la línea B se colocarán seis máquinas en la estación  Rosas, que será cabecera de doble vestíbulo, y una en Echeverría.  Estos dispositivos electrónicos, pintados de  amarillo, estarán ubicados en lugares convenientes para facilitar el flujo en  la estación. Además de permitir la carga con efectivo, entregan un ticket como  comprobante para garantizar la transparencia y la seguridad de la transacción  económica.  "Continuamos trabajando  día a día para mejorar la red actual de subterráneos, con foco en la  modernización y acondicionamiento de las estaciones, en la incorporación y  mantenimiento de material rodante y, fundamentalmente, en la seguridad de todos  los pasajeros y empleados de la red", dijo Piccardo.  En principio, los boleteros continuarán  cargando la tarjeta SUBE, tal como ocurre hoy en la estación Hospitales de la  línea H, donde ya se instalaron tres máquinas. Sin embargo, los empleados ya  les sugieren a los usuarios que pueden evitar la fila y ganar tiempo si cargan la  tarjeta en los lectores automáticos. (La Nación)
    
