24/06/13
Tendencia que crece: Los subtes porteños recuperan pasajeros: ya hay un 15% más
En  enero de 2012, cuando el precio del boleto pasó de $ 1,10 a $ 2,50, el subte  perdió un 20% de pasajeros. Esa caída se mantuvo casi sin cambios durante el  año pasado y el primer trimestre de este año. Sin embargo, la tendencia está  cambiando: en abril y mayo la cantidad de usuarios de la red de subtes aumentó  más del 15%, y se calcula que a fin de año volverá a superar el millón de  pasajeros por día hábil. Hoy lo usan más de 900.00 personas.  Lo indica un informe realizado por Sbase, la  empresa estatal porteña a cargo de la red. Durante el primer trimestre, la cantidad de  pasajeros de las seis líneas venía en descenso respecto de igual período del  año pasado. Pero en abril el total subió un 19% y en mayo un 15%. Sumando los  primeros cinco meses del año, la cantidad de usuarios es apenas un 1% menor que  el año pasado, y tiende a subir.  Hay  varios motivos que lo explican. Uno muy concreto fueron los cambios en la línea A, que estuvo  cerrada entre el 11 de enero y el 6 de marzo por el recambio de vagones. Este  cierre afectó a toda la red, ya que hubo mucha gente que al no poder tomar la A  tampoco hacía combinaciones con la C o la H. Por el contrario, durante ese plazo la línea E vio incrementada  su cantidad de usuarios, ya que absorbió parte de los que no podían usar la A. Pero cuando se reabrió  la línea y se pudieron empezar a usar los nuevos vagones chinos, con aire  acondicionado y más confort, el salto en la cantidad de usuarios fue evidente.  Más allá de esta circunstancia particular,  hay motivos de fondo que explican por qué todas las líneas están subiendo su  cantidad de usuarios. El primero es económico. Cuando la tarifa saltó a $ 2,50,  la diferencia con el valor de los colectivos (costaban $ 1,20) era tan grande  que provocó la migración de pasajeros, incluso pese a que en los colectivos se  tarda más para viajar. Esto se notaba particularmente en un detalle: en  aquellos días en los que, por conflictos gremiales, los trabajadores levantaban  los molinetes y dejaban que la gente viajara gratis, los subtes se llenaban.  Pero el 21 de diciembre el Gobierno nacional  aumentó las tarifas de los colectivos, cuyo boleto mínimo se fue a $ 1,50 si se  paga con la tarjeta SUBE  o a $ 3 para quienes abonan con monedas. Al reducirse la brecha, y sumado a que  la inflación acumulada hace que los $ 2,50 del subte ya no parezcan tan caros,  la gente fue volviendo a viajar bajo tierra. En marzo el Gobierno porteño  intentó subir la tarifa a $ 3,50, pero el aumento fue frenado por un amparo  judicial, y la causa aún no se resolvió.   Esto fue de la mano con que viajar en colectivo es cada vez más  problemático y lento, sobre todo en la zona céntrica. En una Ciudad que vio  fuertemente multiplicado su parque automotor en los últimos años, los problemas  de tránsito son cada vez mayores y los viajes duran mucho más. Por algo los colectivos  que van por el sistema Metrobús de la avenida Juan B.  Justo en carriles totalmente exclusivos tardan un 30% menos que antes. A esto  se le suma que el centro porteño está particularmente congestionado por las  obras del Metrobús de la 9 de Julio y por la peatonalización de varias calles,  más la repavimentación recientemente terminada de Paseo Colón, las obras de  ampliación del subte E en Leandro N. Alem y los sistemáticos piquetes.  En el Gobierno porteño aseguran que otro  factor que hizo subir la cantidad de pasajeros son las mejoras que llevaron  adelante desde que tomaron a cargo la red. El presidente de Sbase, Juan Pablo Piccardo, explicó:  “Estamos mejorando la limpieza de las estaciones y reparando vagones, entre  otras cosas. Además, fue muy fuerte el impacto de los cambios en la línea A. No es que  ahora se viaja bien, pero estamos mejorando y esto hace que el subte recupere  calidad. Por eso somos optimistas y creemos que a fin de año tendremos muchos  más pasajeros”. Por supuesto que a más pasajeros, también más incomodidad para  viajar.  En tanto, en Metrovías,  concesionaria que opera el servicio, explican el aumento en la cantidad de  pasajeros por dos causas: la suba del boleto del colectivo, que achicó la  brecha con el subte; y una recuperación de la confiabilidad del servicio tras  el paso a la Ciudad y la renovación de la A. Por ejemplo, desde la huelga récord de agosto  del año pasado –el subte no funcionó durante diez días–, no volvieron a haber  paros generales por parte de los trabajadores.   Claro que el aumento en la cantidad de pasajeros tiene su lado negativo:  en hora pico se viaja muy apretado, inconveniente que se incrementa en las  líneas C y D, en las que se sacaron formaciones para mandarlas a reparación. En  Sbase explicaron que hay 100 coches que deben pasar por una revisión integral,  lo que en un principio provocará demoras pero a la larga terminará permitiendo  acortar las frecuencias. Además, la empresa estatal está por sumar 36 vagones a  la línea B y  ya inició la compra de tres formaciones para la C, 120 vagones para la H y 24  para la D, que estarían listas para operar en 2015.  La red de subtes seguirá sumando pasajeros  también porque se expandirá. El mes que viene el Gobierno porteño inaugurará  las estaciones Echeverría y Rosas de la línea B, que agregarán 50.000 pasajeros por día,  y en agosto sumará las paradas de San José de Flores y San Pedrito, que  aportarán 35.000 personas más. El 27 de mayo fue inaugurada la estación Hospitales  de la H, en Parque Patricios, que le sumó unos 10.000 pasajeros diarios a la  red. (Clarín)
    
