04/12/12
Una pelea sindical paralizó al subte durante 10 horas
Los dos gremios que representan a los trabajadores del subte continúan protagonizando, y acrecentando, una feroz confrontación que tiene a los usuarios como máximos perjudicados. Puestos como fianza de una interna que se dirime en las vías, con el corte permanente del servicio . De hecho, en lo que va del año ya hubo 37 protestas como paros totales o parciales y levantamiento de molinetes. Ayer, se repitió una escena que, ante la acumulación de conflictos, comienza a ser usual: colas eternas frente a las paradas de colectivos, calles colapsadas e imposibles de transitar y gastos extras que la gente tiene que afrontar para llegar a sus trabajos. Todos los días un millón de personas usan las seis líneas del subte y ayer alrededor de 800.000, según Metrovías, se vieron afectadas por un paro total y sorpresivo que arrancó a las 8 y se mantuvo hasta las 18 , cuando la UTA acató la conciliación obligatoria dictada por la Ciudad. Luego siguieron los cortes rotativos. Hoy no habrá medidas de fuerza, pero mañana vuelven los paros escalonados. Como viene sucediendo desde el jueves de la semana pasada, los metrodelegados arrancaron el día con la idea de llevar adelante paros rotativos de tres horas en cada una de las seis líneas. Clarín reveló la semana pasada el punto que rechazan de manera vehemente: un acuerdo firmado por Metrovías y la Subsecretaría de Trabajo porteña en donde se descuenta el 1% de sus sueldos para destinarlos a la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio al que están enfrentados y que posee la potestad para negociar paritarias. Lo que desató un nuevo capítulo del enfrentamiento gremial. Ayer, cuando la medida de protesta estaba a punto de terminar en la línea D para pasar a afectar el servicio en la A, trabajadores representados por la UTA obstaculizaron las vías en la estación Congreso de Tucumán y protagonizaron un enfrentamiento a trompadas con los metrodelegados. Reclamaban “poder trabajar normalmente” . Y en las calles la gente hacía notar su descontento. “Un trayecto de 20 o 25 minutos, me demandó más de dos horas. Al menos, los colectiveros se mostraron solidarios y dejaron subir a la gente, aún cuando íbamos como sardinas. Y encima el calor”, se lamentó ayer Patricia Ruiz, empleada bancaria que todos los días viaja de la estación Bulnes (línea D) a Catedral. Para el mediodía la UTA y los metrodelegados fueron citados nuevamente por la Subsecretaría de Trabajo, pero todos los intentos de negociación fueron en vano. “No vamos a retroceder en los reclamos, no tenemos cara para mirar a nuestros representados. Queremos que nos paguen los diez días que nos descontaron (por el paro que protagonizaron en agosto) y no vamos a permitir que nos descuenten el 1% de nuestros sueldos para sostener a los canallas y parásitos de la UTA”, dijo, enfurecido Norberto Pianelli, de la AGTSyP. “La llave para destrabar el conflicto la tienen la Ciudad y Metrovías ”, agregó el sindicalista cercano al Gobierno nacional. Pero Ciudad, la empresa concesionaria del servicio y la UTA aseguran que las paritarias están cerradas . “No hay vuelta atrás, no hay nada que revisar. Después de 9 meses de negociaciones se consiguió un aumento del 23% y otras mejoras para todos los trabajadores”, argumentó Mario Caligari, vocero de UTA. Sin embargo, según puso saber Clarín , trascendió que el conflicto se destrabaría si reintegran a los trabajadores que apoyan a los metrodelegados ese 1% en disputa. Se haría formalmente a través de Metrovías, pero con fondos que finalmente saldrán de la Ciudad . Por eso ayer en la reunión estuvieron presentes funcionarios no sólo del área de trabajo, sino también del Ministerio de Hacienda. En agosto –cuando el subte permaneció sin servicio durante diez días– metrodelegados y la UTA habían protagonizado otro enfrentamiento que demuestra la intensidad de la lucha. Comenzaron el paro ambos, pero en la mitad los de la UTA se bajaron y los metrodelegados terminaron por sostener una lucha que los desgastó severamente ante la opinión pública . Hoy los metrodelegados definirán como sigue su plan de lucha. Y paralelamente avanzará otro plan que impulsan a través del Ministerio de Trabajo de la Nación: una compulsa entre los trabajadores para demostrar que poseen mayor representación gremial que la UTA, y así quitarle el poder para negociar paritarias. (Clarín)