30/11/12
El macrismo se prepara para "combatir" a los gremios rebeldes
Mauricio Macri está decidido: irá a fondo en la pelea por el control de la red de subterráneos. Sabe que le esperan meses de conflicto permanente con los denominados metrodelegados, a quienes adjudica una "motivación política". Cree que, tarde o temprano, la sociedad terminará agradeciéndole una postura más dura con los representantes no reconocidos por el Ministerio de Trabajo, a quienes culpa por las extensas jornadas sin servicios que ya se han convertido en moneda corriente para millones de usuarios. El jefe de gobierno siguió con atención el paro de ayer. Junto al titular de Sbase, Juan Pablo Piccardo; el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, el ministro de Economía, Néstor Grindetti, coincidió en calificar de "política" la nueva medida. Sus interlocutores serán, como hasta ahora, los dirigentes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), con quienes anteayer mismo se firmó un convenio con aumentos de salarios que van del 23 al 30 por ciento. "Siempre queremos dialogar. Pero el paro de hoy (por ayer) fue injusto, le complican la vida a la gente el día después de firmar una paritaria. Lo único que queremos es mejorar la calidad de vida de la gente", explicó a LA NACION Rodríguez Larreta. La comparación con el conflicto con los gremios docentes lleva a la visión de un escenario caótico, con paros de subtes que, de seguro, complicarán la vida de los pasajeros durante buena parte de 2013. "Pero vamos a tener 190 días de clase y los docentes ya no hacen paro todas las semanas", se ufanan en Bolívar 1. La elección de la UTA, con el peronista Roberto Fernández como aliado, tampoco es casual. En Pro confían en que el experimentado dirigente será un "interlocutor confiable" en tiempos de conflicto abierto con los metrodelegados, año electoral mediante. Mientras prevé un escenario de confrontación, el macrismo trabaja contra reloj para conseguir voluntades que apoyen el proyecto de ley para comenzar a gestionar la red. Hay confianza en lograr los 31 voluntades positivas para la votación en general, aunque Daniel Amoroso (Confianza Publica) y la CC-ARI condicionan el apoyo a cambios en la letra chica del proyecto de ley. Más allá de la coyuntura, la decisión de profundizar el camino está tomada. "El subte es de la gente, no de los metrodelegados", dijo ayer Macri. Todo un símbolo de los tiempos que se vienen, tiempos de pelea y trastornos que, a no dudar, influirán en siempre volátil humor de los porteños. (La Nación)