26/09/12
La crisis del subte persiste, entre acusaciones y ausencia de diálogo
Sigue sin vislumbrarse una salida de la crisis del subte, que comenzó con el frustrado traspaso de competencias y jurisdicción de la Nación a la Ciudad, el 3 de enero pasado. La empresa Metrovías le reclama al gobierno porteño una deuda de 150 millones de pesos por subsidios impagos, los metrodelegados acusan a la concesionaria de tener el dinero para hacer funcionar el servicio sin necesidad de contar con el subsidio. En tanto, no hubo acercamientos entre la administración nacional y la de Mauricio Macri para resolver, finalmente, quién es el responsable del servicio. Esa negociación está estancada. Ayer, Néstor Segovia, secretario adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp), advirtió: "El subte puede funcionar igual aunque Metrovías deje de recibir subsidios para el boleto, porque la empresa tiene plata por todos los negocios comerciales del subte". Sobre la decisión de la Ciudad de no destinar una partida de dinero para los subtes en 2013, Segovia comentó: "Está muy difícil la situación, pero de ninguna manera el servicio tendría que cerrar porque no le dan subsidios a Metrovías. Ésta es una empresa parasitaria acostumbrada a recibir plata. Y si no le cierra el negocio, se tiene que ir". Metrovías indicó que por los salarios de los 4933 empleados que tiene la empresa desembolsa mensualmente $ 85 millones. Agregó que, en concepto de subsidios al boleto, debería recibir $ 60 millones mensuales, pero en realidad hoy percibe poco más de $ 40 millones. Por lo tanto, la empresa argumenta que desde hace una década el negocio del subte dejó de ser "rentable", ya que desde 2001 hasta hoy los salarios aumentaron 850% y casi se duplicó la cantidad de empleados desde 2003, cuando había 2480 asalariados. "Los costos operativos del servicio tienen como piso un monto de 120 millones de pesos mensuales, de los cuales 85 millones corresponden a salarios. Por la tarifa mensual, Metrovías no llega a recaudar 50 millones de pesos. Sólo con la tarifa no se puede financiar el servicio", dijo Mariano Gibaut, vocero de la compañía. Segovia, en cambio, respondió con dureza. "El subte no es para que los grupos económicos se llenen de plata, sino para que los usuarios tengan un buen servicio, viajen cómodos, con aire acondicionado. Si se van Metrovías y Macri [del subte], los trabajadores podríamos poner en funcionamiento el servicio durante cuatro o cinco días para demostrar que lo podemos manejar", aseguró el gremialista. El secretario adjunto de Agtsyp -un sindicato que aún no cuenta con personería gremial y al que el macrismo adjudica una alineación con el kirchnerismo- dijo: "Es una vergüenza internacional que el gobierno porteño no se haga cargo del subte, porque es un servicio de la ciudad. Macri está especulando con él porque quiere sacar un rédito político, tratando de desprestigiar al gobierno nacional". Segovia dijo que los $ 124 millones aportados por la Nación para los subtes, entregados a Metrovías tras una orden de la jueza porteña Patricia López Vergara, sirvieron "para pagar los aumentos salariales acordados", pero con ellos "no se hizo mantenimiento de los coches". Metrovías lo desmintió. (La Nación)