01/06/12
El Gobierno analiza una suba de boletos de colectivos para julio
Llegaría hasta el 100 por ciento para quienes no tengan la tarjeta SUBE.
Jaqueado por los crecientes problemas fiscales, el Gobierno volvió a reflotar la alternativa de un fuerte ajuste tarifario para los colectivos urbanos que prestan servicios en la Capital Federal y la región metropolitana.
Los aumentos en juego entrarían en vigencia a partir de julio y oscilarían entre el 91,6 % y 100% para los usuarios que no cuenten con la tarjeta SUBE (Sistema Unico de Boleto Electrónico).
De acuerdo con los datos obtenidos por Clarín, para los que paguen sus viajes con monedas el valor del boleto mínimo pasaría de $ 1,10 a $ 2,20; mientras que el correspondiente a la segunda sección –que utilizan casi el 80% de los usuarios--- saltaría de $ 1,20 a $ 2,30.
Los detalles del aumento tarifario comenzaron a llegar en forma extraoficial a las cámaras y a las principales compañías de colectivos a partir del lunes.
Los empresarios consultados por Clarín indicaron que los encargados de bajar la información fueron los técnicos de la Secretaría de Transporte que por instrucción del ministro Julio De Vido están analizando desde la semana pasada todas las variables vinculadas con el nuevo esquema de tarifas diferenciadas para los que abonen con la tarjeta SUBE y los que utilicen monedas.
En el caso de los servicios ferroviarios, si bien por ahora no se ha hablado de aumentos, todo indicaría que los trenes también van camino a registrar un incremento segmentado de tarifas.
En este caso, los porcentajes de aumentos serían similares a los que se aplicarían en los colectivos y afectarían a todas las secciones tarifarias que tienen los servicios eléctricos y los ramales diésel. Al igual que en las líneas de ómnibus, los incrementos serían afrontados inicialmente sólo por aquellos usuarios que no dispongan de la tarjeta SUBE.
Con este ajuste parcial, el Gobierno se apresta a poner en marcha el demorado recorte de subsidios a los servicios de transporte público que tenía previsto iniciar en febrero.
Presentado por el relato oficial como un “redireccionamiento”, la poda de los subsidios para los servicios de colectivos y trenes fue suspendida a fines de ese mes por el impacto de la tragedia ferroviaria de Once y las demoras registradas en la distribución de las tarjetas SUBE.
Hasta el 2 de marzo, la entrega de la tarjeta SUBE se hizo en forma gratuita a todos los que fueron a tramitarle a los puestos oficiales. A partir de ese día, los que quieren acceder a ese medio de pago tienen que abonar un valor de $ 10. En tanto, para aquellos que la hayan extraviado y soliciten una nueva el precio a pagar es de $ 17.
Según los datos actuales, el sistema SUBE cuenta con casi 11 millones de tarjetas entregadas. En el caso de los colectivos, a la hora de pagar los boletos utilizan la SUBE, en promedio, el 55% de los usuarios de los servicios del Gran Buenos Aires y el casi el 65% de los que se movilizan en las líneas del ámbito capitalino.
A su vez, de acuerdo con el indicador de servicios públicos del Indec, el ómnibus ha sido el único medio de transporte público que muestra en lo que va del año números positivos en la cantidad de pasajeros transportados. En abril, los usuarios que abonaron boletos fueron un 6,9% más que los del mismo mes de 2011. En cambio, en los subtes los pasajeros pagos cayeron un 27,8% y en los trenes la baja fue del 18,6%.
Hasta ahora, los únicos servicios de transporte que han subido las tarifas son los subtes y los colectivos diferenciales. En el caso del subte, a principios de año el gobierno porteño aplicó un aumento del 127%, al llevar la tarifa de $ 1,10 a $ 2,50. Y por el lado de los ómnibus diferenciales, la quita de subsidios tarifarios y al gasoil que dispuso el Gobierno provocó un ajuste del 33% al 57% en los escasos servicios que quedaron en pie a La Plata, Zárate y Campana. (Clarín)