20/03/12
Tren fantasma kirchnerista
EN LOS SUBTES DE MACRI O DE CRISTINA VIAJAMOS IGUAL COMO GANADO
La catástrofe de Once puso en primera plana la tragedia de las privatizaciones de los servicios públicos de transporte en nuestro país, una historia de desinversión, corrupción y maltrato a los trabajadores y los usuarios que viene en continuado desde el menemismo.
Para ocultar responsabilidades empresariales y políticas de los 51 muertos y 700 heridos se colocó a la cabeza de la causa al juez Bonadío que ni siquiera permitió ver los expedientes al fiscal, se designó en la investigación a los peritos de la empresa TBA, y los funcionarios responsables del área, de Vido y Schiavi, se victimizan o presentándose como querellantes o renunciando al cargo con todos los honores por un repentino infarto.
Todo huele a podrido. Amistad con el ex funcionario Ricardo Jaime de por medio y con el aval del sindicato La Fraternidad, los hermanos Cirigliano (responsables de defraudación y quiebre de la Compañía de Seguros LUA en 2002) pasaron de tener dos líneas de colectivos a ser dueños del Grupo Plaza (transportes), de TBA (concesionaria de Trenes y Subtes), de EMFERSA (material ferroviario), etc, por lo cual se beneficiaron con millonarios subsidios al transporte y al gasoil que son administrados por una financiera para evitar los embargos de acreedores.
El modelo k nunca revirtió las privatizaciones de los años 90, no nacionalizó los trenes ni cuestionó a las empresas los manejos inescrupulosos de los subsidios. Los porteños y bonaerenses viajamos todos los días como ganado en una total inseguridad mientras la región metropolitana es un caos de tránsito vehicular que sólo se reduce garantizando un transporte público masivo de calidad.
Macri tiene otro modelo?
La puesta en escena mediática de la pelea Macri-Cristina por el manejo de las seis líneas de subte, el premetro, el tranvía de Puerto Madero y las 33 líneas de colectivos de la CABA, es ganancia política para el kirchnerismo (que “le hace el juego a la derecha” dándole volumen al macrismo para meternos miedo y resignarnos) y para el Pro (que luce como “el” opositor a los k). También en lo económico ganan los dos, porque ninguno quiere hacerse cargo de pagar los subsidios de los subtes y colectivos (y menos aún si no tienen garantizado cobrar los “retornos”).
Macri no tiene un modelo distinto: Franco Macri montó su fortuna con las privatizaciones de Menem y la lógica de la gestión de Mauricio en la Ciudad es la de acotar lo público y favorecer los negocios de amigos (incluso algunos son los mismos del kirchnerismo como Schiavi que fue su jefe de campaña en el 2003).
La única medida que tomó Macri desde la firma del acta compromiso para el traspaso del subte a la Ciudad fue aumentar la tarifa en un 127% (de$ 1,10 a $2,50, con lo cual disminuyeron en un 30% los pasajeros) y promete llevar el boleto de colectivo a $4 si no le entregan los $1000 millones de subsidios.
Ellos se pelean pero la diferencia la pagamos los/as ciudadanos/as con aumentos, con nuestro tiempo cotidiano y con nuestra calidad de vida viajando cada vez peor. (Laura Gonzalez Velasco Libres del Sur en el FAP)