15/02/12
Metrovías al límite: ya acumula una deuda de 65 millones
Tras poco más de un mes de que se anunciara el traspaso del subte del Gobierno nacional a la Ciudad, la empresa Metrovías, concesionaria de la red hasta 2017, ya acumula una deuda de 65 millones de pesos. Con el traspaso, la firma perteneciente al Grupo Roggio dejó de percibir la mitad del subsidio que recibía mensualmente desde el Gobierno Nacional ya que la otra mitad correspondería pagarla a la Ciudad. Así de los 720 millones de pesos que recibía anualmente de Nación pasó a recibir 360, es decir, 30 millones por mes. De los 360 millones restantes se debe ocupar el Gobierno porteño que en vez de subsidiar resolvió aumentar un 127 por ciento la tarifa, llevándola a $2,50.
Como pudo saber LPO, pese a este arreglo, Metrovías acumuló una deuda de 15 millones de pesos en enero y 50 millones en febrero. El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, salió a aclarar que el 3 de febrero realizó el pago, pero la empresa dio a entender que no recibió el subsidio de febrero a través de una carta a los gremios en la que se declaró en “crisis financiera”. En cuanto a la deuda de enero, si bien la Nación ya habría depositado sus 30 millones correspondientes a ese mes, el pasivo de 15 millones se explica por una serie de motivos. En primer lugar, el aumento de la tarifa que dispuso Macri para compensar la pérdida de la mitad del subsidio, comenzó a correr a partir del viernes 6 de enero. Y como Metrovías dejó de percibir 30 millones de pesos por mes en concepto de subsidio a partir del 1 de enero, lo que en un mes representa 1 millón de pesos menos por día, esos 5 días significarían al menos unos 5 millones de pesos faltantes para la empresa. Por otro lado, ante la desesperación de la población que acompaña a cualquier aumento de tarifas, miles de usuarios salieron a comprar tickets por adelantado al precio anterior de $1,10. En el gobierno porteño estiman que recién en tres meses la totalidad de los usuarios estará pegando la tarifa de $2,50. Esa diferencia de precio también impactó en la concesionaria que está en el peor de los mundos: perdió subsidios y no recibe de manera plena el aumento tarifario. Además, ante el incremento del boleto, muchos usuarios se volcaron al uso de los colectivos y trenes disminuyendo la recaudación vía pasaje del Subte. Todo esto propició el arrastre de la deuda para Metrovías, que sin embargo aún no comunicó la situación al gobierno de Macri, que en definitiva sería el heredero de esa deuda, puesto que el Gobierno nacional ya se desligó del conflicto pagando la mitad del subsidio por un año.
En este marco no es mucho el margen que le queda a la empresa del Grupo Roggio, que antes que nada no quiere quedar como el “jamón del sándwich” en una pelea entre dos gobiernos con los que tiene negocios sometidos a regulación. Por eso, la compañía no quiere pelearse ni con el Gobierno nacional ni con el porteño y hace malabares para atravezar esta situación de zozobra sin levantar el perfil. Desde el gobierno porteño señalaron a LPO que no saldrán a responder si Macri se encargará de cubrir esa deuda que todavía no logró saldar con el aumento de la tarifa, hasta tanto Metrovías no notifique esta situación. “Que en vez de contárselo a los medios se lo pregunten a Macri”, se atajaron desde el macrismo. En este contexto, la advertencia de Macri de esta mañana anunciando que podría rechazar el traspaso del Subte provocaron un desconcierto notable en todas las áreas del PRO que llevan adelante la negociación del traspaso con el Gobierno nacional. Los funcionarios encargados de las negociaciones quedaron descolocadosante las declaraciones del jefe de gobierno, que en la inauguración de un cruce bajo nivel oficializó las versiones que circulaban y deslizó la posibilidad de no aceptar el traspaso del subterráneo.
El estado de incertidumbre del PRO se trasladó al tema de la seguridad. El propio Macri señaló que las decisiones como las que adoptó el gobierno nacional de anunciar “unilateralmente” el retiro de la Policía Federal de las estaciones “van en contra del espíritu” de lograr el traspaso de la red de subtes. Y el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, dio a entender que el gobierno porteño no dará el brazo a torcer con el retiro de los efectivos de la Federal, al anticipar que en la negociación para el traspaso “hay que incluir el tema de la seguridad”.
De esta manera ambos funcionarios contradijeron al legislador macrista Martín Ocampo, que más temprano había dicho por radio América que la Ciudad tiene “un plan específico en cada una de las estaciones” para cubrir el retiro de la Federal con efectivos de la Policía Metropolitana.
La incertidumbre también se trasladó al kirchnerismo. La legisladora de Nuevo Encuentro, Gabriela Cerruti, que pertenece al interbloque K que encabeza Juan Cabandié, señaló en Twitter que “Mientras Macri y Schiavi juegan a la pirotecnia verbal, el señor Roggio que maneja el subte, se lleva la plata y no hace inversiones, chocho”. (La Política)