04/01/12
Usuarios y sindicalistas, contra Macri
A partir del traspaso a la Ciudad, ayer, del control y la potestad tarifaria sobre el servicio de subterráneos, Mauricio Macri incorporó dos nuevos frentes de conflicto a la gestión porteña: el combativo grupo de delegados de los trabajadores del subte y el 1,6 millón de pasajeros que habitualmente viaja en malas condiciones y ahora enfrenta la amenaza de un aumento de tarifa. Desde uno y otro, hubo en las vísperas señales de que la flamante jurisdicción porteña sobre el subte no estará exenta de palos en la rueda. Un grupo de usuarios ya lanzó en Facebook la iniciativa "Movilización contra el aumento del subte", a la que convoca para pasado mañana a las 18 frente a la Jefatura de gobierno. Parece difícil que puedan detener un alza. Fuentes oficiales de la administración local confiaron a LA NACION que, durante todo el día de hoy, habrá una "sucesión de reuniones" entre representantes de los ministerios de Hacienda y de Desarrollo Urbano y de Subterráneos de Buenos Aires para definir cuál será el monto del incremento , que se anunciaría esta misma semana. Según los voceros, el nuevo valor no sería tan alto como los 3,70 pesos con los que se especulaba tras la cancelación de los subsidios, pero podría duplicar el actual de 1,10 pesos en lo inmediato y volver a ser ajustada más adelante durante este mismo año. Sucede que el gobierno nacional aseguró a Metrovías el cobro durante un año del 50% de la subvención de la que gozó en los últimos años; se traducirá en el envío de 360 millones de pesos, que le llegarán desde las arcas nacionales en 12 cuotas de 30 millones cada una. Así quedó ayer reflejado en el acta firmada entre Macri y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, en una ceremonia de la que también participaron el vicepresidente Amado Boudou; el secretario de Transporte de Cristina Kirchner, Juan Pablo Schiavi, y los ministros de Hacienda y de Desarrollo Urbano, Néstor Grindetti y Daniel Chain, respectivamente. El otro 50% del subsidio debería abonarlo la Ciudad. Pero la ley de presupuesto aprobada en diciembre pasado por la Legislatura local no prevé partidas de dinero destinadas a ese fin, por lo que habría que reformar esa norma, y actualmente los diputados están en receso. Si bien desde el gobierno porteño no efectuaron declaraciones al respecto, la suba de la tarifa no podría aplicarse automáticamente. Diversos sectores de la oposición -el auditor por el kirchnerismo Eduardo Epszteyn y el ex diputado telermanista Diego Kravetz-, así como la entidad Consumidores Libres, que dirige Héctor Polino, sostuvieron ayer que, tal como LA NACION anticipó el lunes pasado, la actualización tarifaria debe ser debatida en una audiencia pública. El llamado y la concreción de la audiencia pública, y la posterior aplicación de la medida en discusión, son un proceso que realiza el Ente Regulador de Servicios Públicos de la ciudad y suele demorar un par de meses; el procedimiento es habitual y obligatorio, cuando se analizan aumentos en los peajes de autopistas porteños y en los taxis. Más allá del mecanismo, lo que quedó claro en las últimas horas es que Mauricio Macri deberá pagar el costo político de aumentar el subte. Boudou, De Vido y Schiavi resaltaron reiteradamente ayer que la Ciudad acababa de recibir "la potestad tarifaria" sobre todas las líneas de subte y el Premetro. El servicio del tren Urquiza, también explotado por Metrovías, permanecerá bajo control del Estado nacional. El otro frente abierto, como se dijo, es el de los trabajadores. Sus sindicalistas ya anunciaron ayer que, en las inminentes paritarias, exigirán un incremento salarial del 30%, que deberá costear Metrovías. Si efectivamente el gobierno porteño no desvía partidas para subsidios, el financiamiento del alza salarial deberá provenir de la suba tarifaria. "Si bien aún no se hizo una asamblea con todos los sectores para determinar el aumento, mi criterio personal es que tendríamos que hablar de un 30% -indicó el delegado de la línea C, Néstor Segovia, a LA NACION-. Nos estamos preparando para discutir las paritarias a partir de febrero." Y agregó: "Se habla de aumento de pasajes sin argumentar por qué. Tal vez corresponde, pero no alcanza la explicación de que hace tiempo está 1,10 pesos. Además, el subsidio no sólo estaba abocado al pasaje, era para inversiones de mantenimiento; estaría bien conocer un balance de lo que se hizo con ese dinero". (Clarín)