01/06/20
Y no “arranca” el tren
Lo dijo alguien del patio y de mucho fiar por las siempre controvertidas redes sociales, reflexioné y comprendí que no le faltaba razón.
No es que deseemos que vuele sobre rieles, sino que acabe de ponerse en marcha el tren, que tanto vías férreas como otros caminos deben tomarse con la pausa necesaria y en este escenario, como dicen los académicos, con algo de prisa porque el tiempo apremia. Un viejo compañero de armas, lo confirmaría de otra forma: “la preparación artillera es ahora.”
Al poco tiempo de anunciarse el aviso por la máxima dirección del país, estábamos todos los interesados encima del tren dispersos en varios vagones. Desde los más encumbrados especialistas, periodistas, campesinos, gobernadores, dirigentes partidistas, aspirantes a formar pequeñas y medianas empresas, trabajadores privados, simples observadores, emprendedores, gente de a pie, católicos, evangélicos, ateos, representantes del LGTBIQ y donde no podían faltar aquellos que con sus derechos tienen una apreciación diferente, más conservadora.
Material alusivo al tema hay con suficiente seriedad. Desde los preceptos partidistas refrendados en la Constitución y los Lineamientos, hasta verdaderos estudios y propuestas suscritos por economistas de probada cualificación y sano compromiso con la nación.
¿Por qué hasta el momento todo ha quedado como en tierra de nadie de cara a la población y ni tan siquiera un avispado y autorizado vigía nos da aviso de tierra cercana?
No hay mucho tiempo de espera. El país necesita renovar energías, reponer la alcancía nacional ante tantas deudas y compromisos locales, borrar viejos esquemas improductivos y comenzar a andar por camino propio de una vez y por todas.
Por ello y muchas razones más, guardando la debida distancia física y con tapabocas en su lugar, hemos asumido subir al tren para acompañarlo y formar parte de la tripulación.
Pero todos a bordo y la máquina no emite el pitazo de arrancada ¿Habrá que empujar la locomotora para que “arranque” porque su batería necesita carga?
¿Por qué no le otorgamos algo de descanso al traicionero virus -que no quiere decir darle lasespaldas-, y comenzamos todos, como en total plebiscito, a pensar y decidir con el país que queremos y poner en marcha -nunca mejor dicho- lo que ya conocemos desde hace larga data en letra y voluntad impresas?
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