05/04/19
Barcelona redescubre el fallido tranvía subterráneo del Raval
Unas obras en Nou de la Rambla dan con los túneles inacabados de antes de la Guerra Civil
Las aguas freáticas cubren gran parte de la galería de acceso al túnel circular el ferrocarril subterráneo que debía unir la Rambla con el Paral.lel por Nou de la Rambla y que quedó inacabado (Servei d'Arqueologia de l'Ajuntament de Barcelona)
El subsuelo de Barcelona esconde gran parte de la larga historia de la ciudad, la de tiempos remotos y también la de épocas más recientes. Los trabajos para instalar una red de recogida neumática de basura en la zona sur del Raval han dado, inesperadamente, con el túnel inacabado de una línea de tranvía subterráneo que debía unir la estación de Liceu del metro con la inferior del Funicular de Montjuïc, en el Paral·lel, bajo Nou de la Rambla.
El proyecto, que fue muy discutido en su día –por razones de seguridad, principalmente, y también quejas de comerciales y vecinos y contratiempos financieros y burocráticos–, se gestó en 1926 con el objetivo de conectar la montaña de Montjuïc, donde tendría lugar la Exposición Internacional de 1929, con el centro de la ciudad. Comenzó a ejecutarse en 1930 y se abandonó antes de la Guerra Civil. Algunos vecinos sabían de la existencia de las galerías. Ahora, tras poderlas visitar, el Servei d’Arqueologia del Ayuntamiento las ha documentado.
Los trabajos arqueológicos en esta zona, dirigidos por Walter Alegría, de Global Geomàtica, también han localizado restos relacionados con el urbanismo de esta parte de Ciutat Vella, correspondientes a los siglos XVII y XVIII.
Pero el hallazgo más destacado es el del fallido ferrocarril, que, nada más verlo no supieron de era. “Es la primera vez que nos encontramos una estructura de este tamaño bajo una calle”, ha explicado este viernes el arqueólogo municipal Xavier Maese. “Lo más habitual es hallar refugios de la guerra –prosiguió–, que son más pequeños”. El distrito de Ciutat Vella advirtió de que podía tratarse de una galería del ferrocarril, cuya documentación está en los archivos del Ayuntamiento. Y así fue.
La subida del nivel freático inundado buena parte de los espacios que se perforaron, lo que ha requerido la colaboración no sólo de la unidad de subsuelo de los Mossos d’Esquadra, también de la subacuática. La presencia de agua, que hoy alcanza una altura de tres metros, complicó en su día los trabajos de construcción. Por ello la primera cámara encontrada, que fue el pozo de ataque en la ejecución del túnel, está encofrada con una capa de 80 centímetros de espesor.
El pozo está bajo la calle del Est, en el punto medio del trazado. Alcanza una profundidad de 12,5 metros y tiene una sección de 3,50 por 2,50 metros. Conserva gran parte de las escaleras de madera de acceso, que van en zigzag por una de las paredes laterales, y dos vigas de hierro verticales de grandes dimensiones que usaba un montacargas. A continuación hay una conexión con el túnel,de 2,5 metros de longitud por dos de ancho y 3,5 de alto. Y, finalmente, un tramo del que debía ser el túnel ferroviario de tan solo cinco metros, que se excavó en mina y desde el que debía perforarse hacia un lado y el otro. Los trabajos se detuvieron en 1933 y el acceso desde el exterior fue tapado.
Una de las particularidades de esta infraestructura inacabada, que debía recorrer medio kilómetro de Nou de la Rambla (en aquella época calle Conde del Asalto), es que se iba a perforar con unatuneladora de escudo, un sistema poco habitual entonces, que permite avanzar con seguridad sin tener que abrir una zanja en la superficie y revestir las paredes a medida que se avanza. Por esta razón la galería resultante era circular; en este caso de 5,80 metros de diámetro, suficiente para colocar la única vía prevista. La máquina no llegó a utilizarse. La gran cantidad de agua presente no ha permitido ver qué hay en el fondo.
Este medio de transporte –su nombre era Ferrocarril Subterráneo desde la Rambla del Centro a la calle del Marqués del Duero por Conde del Asalto– fue otorgado en concesión en 1930 a la sociedad Funicular de Montjuich, la misma que construyó el transporte homónimo para acceder a la montaña desde el Paral·lel (entonces Marqués del Duero), inaugurado en 1929, y que hoy pertenece a TMB.
Del proyecto de tranvía subterráneo sólo se finalizaron las cocheras, los talleres y la subcentral transformadora de electricidad, ubicados en la confluencia con Vila i Vilà, y parte de una de las dos estaciones previstas, la del Paral.lel. La otra, contigua a la de Liceu, no se comenzó.
Las protestas y denuncias de comerciantes y vecinos obligaron a modificar los primeros proyectos y el tren subterráneo no estuvo a punto para la Exposición de 1929. La nueva propuesta, con tuneladora, de 1930, permitió iniciar las obras.ste último y el tramo frustrado formaban parte del acceso a la montaña desde la estación de metro de Liceu (en aquella época de la compañía Gran Metropolitano) y que era final de la línea.
Pero volvieron a topar con una fuerte oposición, a las que añadieron no pocos problemas técnicos, múltiples huelgas de los trabajadores, dificultades económicas de la empresa y complicaciones burocráticas, que condujeron a que se denegase el permiso de obras en 1934.
Y, después, llegó la Guerra Civil, al final de la cual la compañía trató de reanudar los trabajos pero no logró la financiación necesaria. En 1954 se decidió prolongar el metro desde Liceu hacia el Paral·lel –el tramo se completó mucho más tarde, en 1970–, lo que enterró el proyecto para siempre.Y, ahora, tras su redescubrimiento, volverá a taparse.(La Vanguardia)