31/05/17
España y Portugal sellan un pacto para culminar el tren Vigo-Oporto en el 2019
Los gobiernos de Rajoy y Costa piden a las operadoras que se adapten «a las necesidades de movilidad» en la frontera
El nuevo corredor ferroviario entre Vigo y Oporto ya está sujeto a un primer calendario. La Cumbre Ibérica celebrada estos días en la ciudad portuguesa de Vila-Real no ha pasado de puntillas por una de las infraestructuras llamadas a cambiar el transporte de la cornisa atlántica. España y Portugal hicieron gala de entendimiento y sellaron este martes una declaración para culminar la electrificación de la línea a partir de 2019; aunque uno de los tramos comenzará con normalidad en el año 2018.
Colaboración, pues, y sensibilidad hacia una de las demandas históricas de la Xunta de Galicia y los gobiernos del norte del país vecino. En la «Declaración de Intenciones sobre Transportes e Infraestructuras Transfronterizas», rubricada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su homólogo luso, António Costa, se menciona «la prioridad» de seguir invirtiendo en la mejora de tres ejes de ferrocarril. Entre ellos, el que conectará a la ciudad olívica con Oporto: todo un destino para casi el millón de gallegos que embarcan cada año desde el aeropuerto de Sá Carneiro.
La sintonía entre Madrid y Lisboa se escenificó a lo largo de todo el encuentro, pero fue Costa el encargado de concretar una cronología que sitúa en el horizonte los plazos de la infraestructura. Según el socialista, el tramo que discurre entre las capitales portuguesas de Nine y Viana estará finalizado en 2018. En estos momentos, es allí donde se trabaja para electrificar el trazado, de unos 43,6 kilómetros.
La siguiente fase se acerca aún más a la frontera. Portugal ha adjudicado la línea entre Viana do Castelo y Valença do Minho y ubica en el 2019 la finalización de los trabajos. Cuando ese momento se aproxime, Fomento avanzará en su parte del corredor: electrificará el tramo que parte de la estación de Guillarei (Tui).
La declaración firmada, además, apela a los responsables técnicos de ambas administraciones a sortear todos los obstáculos para asegurar «la compatibilidad» y la «coordinación de calendarios de los proyectos».
Empuje empresarial
Las jornadas bilaterales en Vila-Real demostraron que los gobiernos peninsulares son permeables a las reclamaciones de los territorios fronterizos. En este sentido, celebró «el aumento de la demanda en los servicios internacionales, en especial en la línea Oporto-Vigo» y animó a las operadoras a adaptar su oferta de frecuencias «a las necesidades de movilidad de las poblaciones».
La prolongación del Eje Atlántico ferroviario hasta el otro lado de la «raia» se erige como un puntal para modificar los flujos de transporte. Lo saben los usuarios, lo saben las administraciones y, como se vio ayer, lo saben los empresarios de ambos países. Las patronales de España y Portugal, reunidas en un foro paralelo a la Cumbre, trasladaron a Rajoy y Costa que el de Vigo es un corredor fundamental.
Sus propuestas pasan por dotar a la Península «de una red eficaz de transporte de mercancías que conecte los puertos con el centro de Europa», según reza el documento firmado entre la CEOE y la CIP, la confederación de empresarios de Portugal.
La apuesta, subrayan, debe centrarse en «ofrecer un servicio competitivo para mercancías», en el cual Bruselas jugaría su tradicional papel de agente financiador. «Es preciso activar los recurso nacionales y europeos adecuados a las necesidades de inversión en infraestructuras y servicios prioritarios», añaden, después de haber resisitido los envites de la recesión.
Otro metro en superficie
La agenda empresarial se parece, en muchos aspectos, al guión de la última reunión convocada por la Eurorregión Galicia-Norte Portugal. Así se lo reconocieron Rajoy y Costa, en su declaración conjunta. Como ejemplo de «dinamismo en la cooperación transfronteriza», ensalzaron «los nuevos proyectos y prioridades» aprobados en el último pleno del ente, el día en que la Xunta asumió la presidencia.
En aquel encuentro entre Galicia y las regiones del norte luso, Alberto Núñez Feijóo señaló la necesidad de que la distancia en tren entre Vigo y Oporto se redujera al entorno de una hora. La aspiración del noroeste peninsular, dijo entonces, tenía que ser la de «poner a disposición» de los ciudadanos «un tren de altas prestaciones». Para la Xunta, la implantación del tren rápido entre La Coruña y Vigo, prolongado hasta Orense, es el mejor ejemplo de que hay una alternativa capaz de competir, en tiempo y recursos, con el coche particular. La Consellería de Infraestruturas hasta le ha puesto nombre: el «metro en superficie». Oporto y Vigo quieren el suyo.
Retrasos en junio por las obras del AVE
Las obras en la línea del AVE a Galicia provocarán, del 12 al 21 de junio, que los usuarios que quieran desplazarse a Madrid tengan que hacer transbordo en Zamora. Concretamente, Adif llevará a cabo una adecuación de la plataforma ferroviaria en un tramo de apenas 180 metros: el que va desde el cambiador de ancho de la estación de Zamora hasta la Bifurcación de El Bolón.
Para gestionar con fluidez los transbordos, el operador de ha elaborado un Plan Alternativo de Transportes, gracias al cual los traslados de un tren a otro no superarán los 10 minutos de retraso. Las dos frecuencias de Alvia entre Lugo y Madrid —en ambos sentidos— harán una parte del trayecto por carretera desde su llegada a Orense. (ABC)