03/05/16
Los trenes públicos en Francia se han convertido en una bella obra de arte en movimiento
Seamos sinecros, el transporte público no suele ser muy atractivo visualmente, salvo algunas contadas excepciones, ya que mientras cumpla su principal objetivo que es transportar personas de forma segura y eficiente, lo demás pasa a segundo plano, por esta razón es raro ver un medio un transporte público que llame la atención y nos haga admirar su diseño, sobre todo interior, que suele ser la parte más descuidada.
Pero está ha cambiado de una forma radical en Francia, ya que acaban de implementar un fascinante proyecto que consiste en llevar parte del arte francés a los interiores de sus trenes públicos, transformándolos en sorprendentes obra de arte en movimiento.
Trenes y arte, una relación de varios años
El Servicio Ferroviario Estatal Nacional de Francia (SNCF) ha echado a andar una prueba piloto en colaboración con la compañía 3M, creando una película con diseños especiales que ha servido para redecorar los interiores de uno de los trenes de servicio público en el país.
La parte atractiva es que estos diseños imitan parte de arte impresionista que se encuentra dentro del Museo de Orsay, como 'Blue Water Lilies' de Monet y el panel de cristal "manchado", arquitectura al estilo del Palacio de Versalles, imágenes del Cinémas Gaumont, la compañía de cine más antigua del mundo, así como la obra de Camille Pissarro que encontramos en el Louvre ‘Morning, Sun’.
El proyecto surgió con un mero rediseño experimental a uno de los servicios con mayor tráfico en el país, esto con la idea de dar una identidad y proporcionar un ambiente más atractivo a los viajeros; pero además ha ocasionado un peculiar fenómeno, ya que los viajeros han empezado a reportar que sienten una mayor tranquilidad cuando viajan en ese tren, pero además se han reducido drásticamente los daños por graffitis, así como los actos de vandalismo, algo que ha sido una grata sorpresa que ha provocado que se empiece a planificar la segunda etapa del proyecto para llevar este arte a más trenes.
Hay que recordar que la colaboración entre el arte y los servicios ferroviarios en el país no es algo nuevo, por ejemplo, en la línea J entre las estaciones Saint-Lazare and Vernon, el viaje es a través de varios paisajes que sirvieron de inspiración a muchos artistas; asimismo la estructura de donde nació el Museo de Orsay fue una estación de ferrocarril antes de convertirse en museo. (magnet)