02/05/16
Catalunya diseña el futuro vagón
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El proyecto Hermes, liderado por Iberpotash y financiado íntegramente con fondos europeos, prevé aumentar hasta un 50% la capacidad de carga
Uno de los trenes de mercancías del futuro se está diseñando en Catalunya. El proyecto Hermes, financiado completamente por el programa Horizonte 2020 de la UE con 6,7 millones de euros, y liderado porIberpotash, que explota las minas de sal y potasa de Súria y Sallent, prevé crear un nuevo modelo de vagón que transporte materiales sólidos a granel. El reto es aumentar la capacidad en un 50% –un 30% en el caso de los dos productos antes citados– y reducir el peso en un 25% o 30%. El primer prototipo y la estación de descarga estarán listos de aquí a dos años.
Además de la minera del Bages, filial de la israelí ICL, que se ocupa de la coordinación del proyecto, participan en Hermes, Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), que opera el servicio de esta compañía entre las minas y el puerto de Barcelona, el Centre Tecnològic de Manresa (CTM), que hace ensayos de materiales, y la ingeniería de Sabadell IDP, que se ocupa de la simulación por ordenador. También están las francesas Armines, de investigación de composites, y la escuela de minas de Arlès; las suecas Kiruna Wagon, especializada en el diseño de vagones, la acerera SSAB y la Universidad de Lule; y la danesa Hempel, que trabaja en los recubrimientos.
“El objetivo es mejorar la eficiencia del transporte ferroviario de este tipo de carga para ahorrar en costes logísticos, que son muy altos, y ser más competitivos”, explica Ingrid Picas, responsable de investigación y desarrollo de ICL Iberia y coordinadora del proyecto. El trabajo es complejo, añade, puesto que “se plantea diseñar un vagón que sirva para un gran número de materiales, no sólo para la sal y la potasa, que sea capaz de circular en distintos anchos de vía y que favorezca la intermodalidad”.
Esta intermodalidad es fundamental para este tipo de transporte. “Se trata de hacer las operaciones de carga y descarga en menos tiempo que ahora”, detalla Picas, para que el trasvase de tren a barco sea más eficiente. El actual servicio de FGC precisa de ocho horas para cargar un tren entero con 22 vagones de potasa y cuatro horas en descargarlo. El reto es reducir el tiempo a la mitad. La nueva plataforma también debe admitir contenedores, que abren la posibilidad de combinar servicios con el camión.
Tener un vagón de estas características es clave para los planes de expansión de Iberpotash. “Si no somos capaces de transportar más cantidad de material y en menos tiempo, no podremos dar salida al aumento de la producción previsto para los próximos años”, afirma la responsable del proyecto. La minera catalana se plantea, en dos fases, pasar de los 2,2 millones de toneladas de potasa y sal, que actualmente extrae para comercializar, a 4 millones. “Esto supone doblar la logística –concluye Picas– y, para ello, el tren es necesario”. (La Vanguardia)