20/05/15
China construirá un tren para unir la costa de Brasil con el Pacífico
La ofensiva de Beijing en la región.
Costará US$ 30 mil millones. Saldría del norte del país y llegará a un puerto peruano. Lo anunció el premier chino en Brasilia en el inicio de una gira por la región
Recibido ayer por Dilma Rousseff con honras dispensadas a los jefes de Estado, el primer ministro de China, Li Keqiang, salió del Palacio del Planalto con una batería de 35 acuerdos firmados con Brasil. Totalizan, según palabras de la presidenta brasileña, la gigantesca suma de 53.000 millones de dólares. La parte más monumental de los convenios se refiere a la construcción del Ferrocarril Transcontinental, que saldría del norte de Brasil, atravesaría el Amazonas y los Andes para desembocar en un puerto de Perú.
El proyecto, que forma parte del Plan de Acción Conjunta celebrado ayer entre ambos gobiernos para los próximos 6 años, demandaría unos 12.000 millones de dólares. Pero su realización está en las prolegómenos, tal como es el inicio de un estudio de factibilidad, que también deberá incluir al gobierno peruano. Hasta el momento se desconoce cuál es el trazado preciso que tendría el ferrocarril con la misión de unir la costa de Brasil con el Pacífico.
“Un nuevo camino a Asia se abrirá para Brasil”, dijo la presidenta Rousseff. “Cruzará nuestro país del este al oeste, cortando el camino en el continente sudamericano”.
Para Li Keqiang, el interés de China es “estimular a nuestros bancos a buscar corresponsales en Brasil, para absorber más capitales y para servir directamente a las iniciativas de cooperación entre las dos partes”. Y añadió, en la declaración posterior a la firma de acuerdos, que “la cooperación financiera desempeña un papel muy importante para estabilizar el mercado financiero y promover la ampliación del comercio bilateral y el empleo de mecanismos de intercambio de moneda”.
El premier, que llegó a Brasil acompañado por 120 empresarios, seguirá su visita por otros países del continente sudamericano: Colombia, Perú y Chile.
Los convenios más inmediatos suscriptos entre brasileños y chinos refieren a tres grandes empresas: Petrobras, la siderúrgica Vale y la fabricante de aviones Embraer. También incluyó la compra de un banco brasileño, el BBM, por parte de una institución financiera de China; y la decisión de fomentar el intercambio comercial con reales y yuanes.
De acuerdo con las precisiones de Dilma, se prevé el intercambio de 60.000 millones de reales por el lado de Brasil y 190.000 yuanes que equivalen en ambos casos a 30.000 millones de dólares. Para Rousseff, esto será una forma de “disminuir la dependencia de dólares y aportar a la estabilidad monetaria”.
En el caso de la petrolera estatal brasileña, el auxilio que vendrá de China no es un dato menor. Y llega en un momento en que la compañía se esmera por salir del atolladero en la que se vio metida con el proceso judicial conocido como Lava Jato, que descubrió un esquema de coimas muy difundido en la empresa.
El titular de Petrobras, Aldemir Bendine, estampó su firma en dos convenios de financiación. Uno de ellos es por 2.000 millones de dólares para diversos proyectos de la compañía. El otro, por 5.000 millones de dólares, fue suscripto con el Banco de Desarrollo de China y prevé financiar emprendimientos de la estatal brasileña. Se afirma que este último crédito estará atado a la compra de equipamiento chino para la explotación de la llamada capa de petróleo pre–sal, que está en la plataforma marina del país sudamericano. En su pronunciamiento ante los empresarios chinos, Rousseff los convocó a invertir en refinerías y en astilleros dentro de Brasil. Recordó, también, que en el llamado de Campo de Libra, un gran yacimiento petrolero, ya operan compañías chinas. Para la presidenta, los nuevos acuerdos de financiación revelan “la confianza en Petrobras”.
De lado brasileño, dos empresas lograron consolidar sus negocios con China. Una de ellas es Vale, que vendió cuatro buques gigantes conocidos Valemax a la China Merchants Energy Shipping y otros cuatro adicionales para la China Ocean Shipping Company (conocida como Cosco). Además, cerró un convenio de 4.000 millones de dólares a ser otorgados por el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC).
La presidente brasileña no se privó de caracterizar al Ferrocarril transamazónico como un “proyecto estratégico”. Afirmó: “A Brasil se le abre un nuevo camino para Asia que reducirá distancias y costos. Un camino que nos llevará directamente por el Océano Pacífico”. Aun cuando la viabilidad de esta parte del plan pueda ser discutible, todo el conjunto revela la necesidad inmediata de China de diversificar inversiones y de exportar su capacidad en infraestructura ferroviaria y vial. Es una de las apuestas para la recuperación de aliento de su economía. A la potencia asiática “le sobra capacidad de inversión, tecnología y experiencia, en esta área” afirmaron diplomáticos brasileños ayer por la tarde, al comentar la visita del premier.
China también acordó comprar 40 aviones de la empresa brasileña Embraer y crear un parque industrial automotriz en el estado de Sao Paulo. Muchas de las inversiones anunciadas se llevarán a cabo por medio del Banco Industrial y Comercial de China.
China es uno de los principales socios comerciales de Brasil, con un intercambio cercano a los US$ 80.000 millones en 2014. (Clarín)