19/06/14
Un polémico paro de trenes en Francia llega al noveno día
Ola de huelgas contra el gobierno socialista
Francia está en rebelión social. Los ferroviarios han votado su noveno dia de huelga consecutivo, aunque 3 de cada 4 franceses están en contra y no entienden la medida de fuerza. Los “intermitentes” del espectáculo (trabajadores que alternan períodos de empleo con otros de desempleo) prometen interrumpir y boicotear los centenares de festivales de verano si el gobierno avanzan con las reformas a su sistema de indemnizaciones. Los empleados de pista de Air France anunciaron para el próximo domingo una huelga, que será muy seguida. Los funcionarios del Polo Empleo –fundamentales para conseguir trabajo y orientar a los desempleados– llamaron a una media de fuerza para el jueves . En la SNCM, el sindicato mayoritario en la compañía marítima marsellesa, ya anunciaron otro paro para el 24 de junio. Sin duda, la peor semana para el gobierno socialista desde que asumió el gobierno.
Si algo faltaba, los turistas pudieron ayer regresar a la Torre Eiffel. Después de varias horas, los empleados de uno de los sitios turísticos más visitados del mundo levantaron la huelga por reclamos de salarios y la inmediata detención de servicios tercerizados en el monumento histórico de Francia.
Este mal humor social colectivo tiene por primera vez otra contracara. El gobierno socialista del premier francocatalán Manuel Valls no va a ceder y va a continuar con las reformas. Aunque el partido socialista amenace con la secesión, los diputados no quieran votar las leyes, amenacen con la insurrección parlamentaria y la rebelión política crezca al compás de la social. “Nosotros tardamos demasiado en hacer las reformas.O las abandonamos o vamos y yo he decidido ir”, anunció Valls a los sindicalistas, a quienes recibió en su oficina de Matignon.
A los diputados que se niegan a apoyar sus reformas, los enfrentó y les explicó que “la multiplicación de iniciativas minoritarias harán explotar el núcleo central de la mayoría”. Su esposa es violinista y Valls conoce de cerca los beneficios y problemas de los “intermitentes” del espectáculo franceses. Cree que hay que volver a cero y hacer un nuevo plan de indemnizaciones.
Valls supo aprovechar el hartazgo de los franceses frente a esta interminable huelga ferroviaria en rechazo a una reforma, que les complica la vida cotidiana y la llegada a horario al trabajo. Con su plan de cambios, el gobierno prevé controlar una deuda de unos 44.000 millones de euros de los dos organismos del sector y preparar la apertura a la competencia, algo que inquieta a los sindicatos. “A esta huelga no hay una sola persona que la comprenda. Ni los usuarios ni el resto de Francia. La reforma ferroviaria es indispensable y se hará”, anunció después de que los ferroviarios ratificaron un nuevo día de protesta.
Valls, que vive en el barrio de la Bastille y decidió no mudarse al petit hotel de Matignon, está convencido de que los franceses deben superar “la angustia social” y “el rechazo al otro”.Con su apasionamiento republicano confronta en su propio terreno al Frente Nacional. Utiliza bien su 50% de popularidad. Si gana la partida será el candidato presidencial socialista en las elecciones del 2017, aunque eso signifique matar a su padre, el presidente François Hollande. (Clarín)