17/06/14
Francia, complicada por 7 días de huelga ferroviaria
Los sindicatos acusan de “liberal” al gobierno El Parlamento trata hoy una reforma al sistema de trenes
Siete días de huelga ferroviaria en Francia. Los sindicatos votaron ayer reconducir la huelga por “amplia mayoría”, según la CGT Ferroviarios y Sud, en un movimiento contra la reforma del sector que deberá ser tratada hoy en la Asamblea Nacional francesa. El mismo día se movilizaran en París. Con alumnos que no pueden asistir a sus exámenes finales a causa del transporte, masivos embotellamientos porque todos deben venir a trabajar en automóvil, la huelga se ha vuelto muy impopular entre los franceses pero nada descorazona a los ferroviarios. Están dispuestos a seguir, especialmente los conductores, los controladores, los trabajadores de mantenimiento de vías y materiales.
Están apoyados por el Partido Comunista y el Frente de Izquierda. El último en pedirles que regresen al trabajo fue Michael Sapin, ministro de Finanzas, al solicitarles “un acto de civismo” ante los exámenes finales de los estudiantes franceses. El rechazo a esos pedidos enfurece más a los usuarios. Dos trenes TGV de alta velocidad quedaron varados por falta de electricidad, con 2.300 pasajeros a bordo en la región del Var, en el sur del país, en un viaje que se transformó en una pesadilla, de la noche del sábado al domingo. Los pasajeros llegaron con 16 horas de retraso e iniciaron juicio a la compañía.
Los sindicalistas fueron recibidos por primera vez por las autoridades de la empresa ayer para discutir la política social, los aumentos de salario, el tiempo de trabajo, los contratos, según anunció la dirección en un comunicado.
La huelga ya ha costado entre 80 y 100 millones de euros, según el presidente de la SNCF, que reúne a los transportes de trenes en Francia. Ayer funcionaron dos trenes sobre 3 en el este del país, un tren sobre dos en el norte, cuatro trenes sobre 10 en los servicios de interciudades y estuvo afectado el RER interurbano y los servicios a España e Italia. Sólo el Eurostar, que une a París con Londres, funcionó normalmente.
Los huelguistas califican como “liberal” a la reforma ferroviaria, que se tratará desde hoy en el Parlamento francés. “Esta reforma es para abrir la SNCF a la competencia, para desmantelarla. Y no es cuestión. Desde que nací, esta empresa me ha alimentado. Ella pertenece a todos los franceses. Son nuestros padres los que la han construido con nuestros impuestos. La reforma no la toca pero la va a fragilizar. Pero yo soy legalista. Si la reforma es aprobada legislativamente, yo vuelvo a trabajar”, explicó Thierry, conductor de tren TGV y ferroviario por herencia. El primer ministro Manuel Valls dijo que “está fuera de discusión” que la reforma ferroviaria sea postergada por el gobierno. (Clarín)