07/05/14
Nuevo atentado en una estación de tren China deja seis heridos
Hombres armados con cuchillos hirieron hoy a seis personas en una estación de tren de Guangzhou, la capital de la provincia sureña de Guangdong, en el tercer atentado que se produce en una estación ferroviaria en cien días.
Según informó la agencia de noticias oficial Xinhua, el ataque ocurrió a la mañana en la entrada de la principal estación de tren de la ciudad. Cinco pasajeros fueron acuchillados, mientras que uno de los atacantes resultó herido por un disparo de la policía que patrullaba el lugar.
Los otros tres atacantes lograron escapar, según reprodujo la agencia de noticias EFE.
El diario local South China Morning Post citó a varios testigos que aseguraron haber escuchado a uno de los atacantes, que vestían trajes y gorros blancos, "gritar algo" antes de apuñalar a una de las víctimas en la cabeza y el cuello.
Según Xinhua, las heridas de las víctimas no son graves y no corren peligro.
Por el momento, no trascendió la identidad de los atacantes y la policía dijo investigar las causas del nuevo atentado.
En marzo pasado, otro grupo de hombres armados con cuchillos mataron a 29 personas e hirieron a unas 130 en un ataque en la estación de trenes de Kunming, en el suroeste del país.
Las autoridades chinas responsabilizaron del atentado al movimiento separatista del oeste del país, los uigures, la mayoría musulmana turcoparlante de esa región.
El movimiento separatista nunca se adjudicó la responsabilidad del ataque, pero el 30 de abril pasado, por primera vez en China, dos suicidas se inmolaron en una estación de tren de la capital de la región autónoma de Xinjiang, en esa misma región occidental de mayoría uigur.
Xinjiang, rica en recursos y estratégicamente ubicada en la frontera con Asia central, fue en los últimos años escenario de enfrentamientos armados entre fuerzas de seguridad y movimientos separatistas que causaron decenas de muertos.
Los grupos separatistas de la etnia uigur, principalmente el Movimiento Islámico del Turkestán Oriental, dicen ser víctimas de una política represiva de la etnia Han, mayoritaria en China, contra su religión y cultura.
Grupos de derechos humanos consideran que la causa real de la turbulencia social en la región radica en las duras políticas de China, entre ellas las limitaciones a la práctica del islam y a la cultura y lenguaje del pueblo musulmán uigur, que considera que Xinjiang es su hogar. (Télam).-