04/09/13
Desinterés local empuja a Dilma a buscar inversores extranjeros en trenes
Mientras los grupos brasileños miran con apatía las licitaciones de ferrocarriles, el gobierno de Dilma Rousseff puso en práctica una fuerza de tareas para buscar potenciales inversores en otros países, como China y Rusia. La jefa de Gabinete, Gleisi Hoffmann, que la semana pasada realizó un viaje para tratar el tema, dijo a Valor que no está pesimista con respecto al resultado de las licitaciones y negó que pueda alterarse el pliego de la subasta en el punto sobre rentabilidad de los emprendimientos, a pesar de las críticas de los inversores.
La semana que viene, recibiremos a la primera empresa china (China Railway Corporation), que viene con la misión técnica para hablar sobre el ferrocarril y el primer trecho (a licitar), en el que tienen interés, afirmó. Los chinos tienen dinero para invertir. Esa empresa (China Railway) cuenta con un brazo financiero, y también existe el Banco de Desarrollo de China, que nos dijo oficialmente que entrará aquí en asociación con empresas chinas.
Bernardo Figueiredo, presidente de la Empresa de Planificación y Logística (EPL), viajó el final de semana a Rusia con el mismo objetivo. Es otro país con experiencia en ferrocarriles. Las empresas pueden asociarse con las brasileñas, dijo la ministra.
El mismo camino se adoptó en el caso de otro tipo de licitaciones, como aeropuertos y rutas, pero con los ferrocarriles la acción es más necesaria, porque los inversores en general exhiben ciertos reparos sobre el modelo de concesión propuesto por el Palacio do Planalto.
El primer trecho del ferrocarril que irá a licitación une Acailandia (Marañón) y Barcarena (Pará), se disputará en octubre, con inversiones que el gobierno estima en R$ 3.200 millones. Guilherme Quintella, empresario del sector y presidente en América latina de la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC, que reúne a las 200 operadoras más grandes del mundo y entidades vinculadas al sector), dijo que el gobierno precisa elaborar reglas más claras si busca atraer inversores a las licitaciones.
Entre los puntos principales, está la incertidumbre vinculada a las estimaciones de inversiones, porque el gobierno realiza el proyecto básico para las obras de cada trecho, y no el estudio ejecutivo. La inversión puede resultar más cara. Además de eso, Quintella llamó la atención sobre el hecho de que en el futuro podría haber dos modelos para los ferrocarriles -uno nuevo, con acceso abierto, y otro bajo la gestión del antiguo concesionario. El empresario cree que tiene que haber una reglamentación más clara sobre el derecho para pasar de uno a otro modelo de ferrocarril.
Sin un acuerdo con ALL y MRS, que detentan las concesiones que llegan al puerto de Santos, los inversores no tendrán estímulos para disputar un trecho en Goiás o Mato Grosso, porque lo que buscan en realidad es tener acceso al puerto para la distribución de las cargas. Los dos lados, gobierno y concesionarias, tienen que bajar la guardia y llegar a un entendimiento, dijo. Para el ejecutivo, el gobierno creó un modelo para aumentar la competitividad ferroviaria (bajar costo en 30%), pero no generó competitividad para los inversores en la disputa.
André Castro Carvalho, abogado del estudio Mattos Filho, recordó que la mayor incertidumbre entre los inversores sigue siendo el riesgo Valec. La estatal será la fuente de ingresos del concesionario y como pertenece al gobierno, el temor es que los pagos se interrumpan en el futuro de forma unilateral. (El Cronista)