27/08/13
Brasil. Gobierno rediseña concesión ferroviaria
Los 11.000 kilómetros de vías férreas incluidas en el paquete de concesiones pasarán por una reconfiguración de lotes. El gobierno decidió rediseñar los trechos, con el fin de convertir las entradas del ferrocarril en inversiones más atractivas para el sector privado.
Con esta decisión, las ferrovías que inicialmente serían objeto de una oferta única, ahora son ofrecidas en lotes. Es lo que se espera que ocurra, por ejemplo, en la malla de 1.700 km que conecta la ciudad de Mairinque, en Sao Paulo, con Río Grande (RS). En lugar de ser ofrecida como una sola propuesta, esa ferrovía será concesionada en tres licencias diferentes. La razón de la fragmentación es clara. Sólo esa sección requiere inversiones de 25 mil millones de reales. Después de analizar el coste de la obra y la demanda futura de transporte, el gobierno llegó a la conclusión de que es mucho dinero para ser aplicado invertido por un solo consorcio. La mejor solución, por lo tanto, es dividirlo.
El mismo tipo de cambio está previsto para al menos otros dos trechos. La malla que conecta Salvador y Belo Horizonte, con una extensión de 1.419 kilómetros y un presupuesto estimado en 12 mil millones de reales, debe ser dividido en dos lotes. Otro concesión que será dividida va desde Uruaçu hasta Campos, atravesando la región de Zona da Mata, en Minas Gerias, a Campos (RJ), el corte de la Zona da Mata de Minas Gerais. Con 1.700 kilometros, las inversiones proyectadas llegan a 28 mil millones de reales, según la Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT). Se espera que sea ofrecida en tres lotes.
Se estableció una línea de corte para cada tramo ferroviario. La meta del gobierno es ofrecer secciones donde el costo total de la obra no exceda de 10 mil millones de reales. Este rediseño de trechos debe dar lugar a más de 15 consorcios.
Según la evaluación de los técnicos que participan en la planificación de las concesiones, el cambio ayuda a aliviar la presión impuesta sobre el inversor privado, que se enfrenta a una multitud de ofertas de concesiones, de cualquier tipo y al mismo tiempo. Reducir el valor de la inversión significa abrir más espacio para que las empresas más pequeñas pueden participar en el concurso.
Al mismo tiempo, la medida ayuda a minimizar la sospecha de que el mercado comenzó a alimentar a la estatal Valec. Los empresarios han planteado dudas sobre el compromiso del Estado para cumplir con sus compromisos futuros, ya que las concesiones tienen una duración de 35 años. En términos prácticos, el sector privado sigue en espera de una respuesta precisa y objetiva del gobierno: exige garantías de los ingresos y de la financiación de los proyectos. En las concesiones de carreteras, evalúan los empresarios, estos temas ya están maduros. En el caso de los ferrocarriles, todavía habría cierta desconfianza entre los inversores que debe ser removida.
El paquete de concesiones de carreteras y ferrocarriles, lanzado el 15 de agosto del año pasado por la presidenta Dilma Rousseff, en un acto al que asistieron cientos de empresarios y funcionarios, preveía inversiones de 91.000 mil millones de reales en 10.000 km de vías férreas. Este presupuesto sin duda ha superado 100 mil millones de reales, ya que el gobierno incluyó otros trechos en el paquete, como el enlace entre las ciudades de Feira de Santana (BA) y Parnamirim (PE).
Según el plan original, los ferrocarriles deberían ya haber firmado sus contratos, con las obras en curso. Ninguna oferta, sin embargo, fue realizada hasta ahora. La primera sección que se espera sea finalmente licitada conecta la ciudad de Açailândia (MA) hasta el puerto de Vila do Conde, en Barcarena, en Pará. La subasta se llevará a cabo en octubre.
Para reducir los riesgos de los empresarios, la Empresa de Planificación y Logística (EPL) ha decidido asumir la responsabilidad de la licencia ambiental de todos los proyectos de carreteras y ferrocarriles hasta la etapa de licencia de instalación de cada concesión, es decir, hasta el momento de la liberación efectiva de la obra.
Hasta el mes pasado, el compromiso de la EPL se limitó a llevar adelante la licencia hasta el momento de la firma del contrato. A partir de esta firma, la empresa sería responsable de seguir el proceso. El cambio es un gesto de seguridad que el gobierno intenta dar al inversionista. (Valor Económico)