12/06/13
El gobierno baja pretensiones en la licitación del tren bala
Para tornar más atractivo a los inversores privados el tren de alta velocidad que unirá Rio-San Pablo-Campinas el gobierno de Brasil bajará el valor mínimo de concesión en la licitación del proyecto, cuyas propuestas tienen fecha de entrega prevista para el 13 de agosto. En la práctica, el Estado resignará entre R$ 2.000 y R$ 3.000 millones en la propuesta inicial del tren-bala, con el objetivo de aumentar la tasa de retorno al sector privado. De acuerdo a las reglas de la licitación, se cobrarán al menos R$ 70,31 por cada kilómetro. Es decir que, cada composición pagará ese valor al gobierno por kilómetro recorrido. A lo largo de los 40 años de concesión del emprendimiento, significará un desembolso cercano a los R$ 27.000 millones, según el precio de referencia de la subasta. Para permitir a los accionistas una tasa de retorno más alta, el valor mínimo se reducirá a cerca de R$ 65 por kilómetro, anticipó el presidente de la Empresa de Planificación y Logística (EPL), Bernardo Figueiredo. Si en la subasta no hay agio, el monto total que pagará la futura concesionaria será de entre R$ 24.000 y R$ 25.000 millones. “Es un ajuste necesario para mejorar la tasa interna de retorno”, afirmó Figueiredo. La TIR del tren bala se fijó, en el pliego de licitación, en 6,32%. De acuerdo con el ejecutivo, la revisión del valor mínimo de concesión permitirá aumentar el retorno a los inversores privados a 7,2% al año, como mínimo. Esa fue la tasa establecida por el gobierno para la subasta de las rutas. El cambio ocurriría en los próximos días. Para no obstaculizar el cronograma de la subasta, nuevas alteraciones en el pliego se realizarían al menos con 45 días de antelación, lo que da un margen apretado al gobierno: ese plazo vence el 20 de junio. En la primera subasta, cuyo resultado se conocerá en septiembre, se define al operador del tren de alta velocidad y quien proveerá la tecnología del emprendimiento. El dinero de la concesión financiará las obras de infraestructura, que se contratarán en 2014, a través de una licitación internacional. Aún se desconoce la necesidad de inversión para la construcción de la ferrovía, que tendrá unos 80 kilómetros de túneles, y que depende de la tecnología que gane en la subasta. Pero las grandes contratistas brasileñas evaluaron como poco probable que los R$ 27.000 millones estimados para la concesión pudieran bancar integralmente la infraestructura del tren bala. Para aumentar los ingresos del proyecto, Figueiredo dijo que el gobierno llevará adelante la explotación inmobiliaria de los terrenos en el entorno de las futuras estaciones. Los permisos para que las contratistas desarrollen proyectos de condominios y centros comerciales en las inmediaciones rendirían entre R$ 5.000 millones y R$ 10.000 millones, según Figueiredo, que tomó las estimaciones realizadas por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). Ese dinero ayudará a cerrar la cuenta de la construcción de la infraestructura. “No tengo dudas de que, cuando entre en operación, el tren será un éxito”, se entusiasmó el presidente de la EPL. Su inauguración está prevista para 2019. Figueiredo anticipó otro punto definido por el gobierno: la futura estación paulista del tren bala se ubicará en el espacio que hoy ocupa el aeropuerto de Campo de Marte, en el área norte de la ciudad. “Desde el punto de vista municipal, allí se crea un nuevo vector de desarrollo”, indicó. El presidente de EPL, que se encontró con inversores interesados en el tren-bala, señaló tres grupos como favoritos en la subasta: los españoles (liderados por Renfe y Talgo), los franceses (bajo comando de Alstom y de SNCF) y los alemanes (capitaneados por Siemens). Japoneses, coreanos e italianos también demostraron interés en la subasta. (El Cronista)