08/05/13
En Europa, luchan para lograr un tren integrado
En  tu casa sí, en la mía no. Esa parece ser la postura del gigante ferroviario  estatal francés SNCF. En coincidencia con la inauguración del tramo de alta  velocidad entre Barcelona y Figueres SNCF inició las gestiones ante la  dirección general de Ferrocarriles del Ministerio de Fomento español. Solicita  una licencia de cabotaje para operar servicios ferroviarios entre Madrid y  Barcelona por la línea del AVE a partir del 1 de enero de 2014. La SCNF, una  empresa 10 veces mayor que Renfe, es la primera compañía internacional en los  últimos 70 años que solicita permisos para operar servicios de tren de pasajeros  en competencia en España. Se aprovecha de los planes de liberalización del  Gobierno de Rajoy que permitirá la competencia en este tipo de tráficos en la  red nacional a partir del próximo mes de julio. Sorprendentemente, y mientras  el Ejecutivo español acelera los planes de liberalización del ferrocarril de  pasajeros, el Estado francés, dueño de la SCNF, se opone a un calendario de  Bruselas que quiere que en 2019 haya plena competencia en este tipo de  explotación domésticas en todos los países de la Unión Europea.  Si Francia, a la que también  se sumaría Alemania, no está dispuesta a abrir su mercado, los planes  comunitarios podrían fracasar. Un sistema de red, como es el ferrocarril, no  puede ser liberalizado, si dos partes muy importantes del corazón de esa red  que son Francia y Alemania, no están dispuestas a respetar y apoyar esa  libertad de movimientos y negocios.  Mientras  tanto, la Comisión   Europea presentó su propuesta final del cuarto paquete  ferroviario. Se trata de un conjunto de modificaciones legislativas encaminadas  a profundizar en la creación del área ferroviaria europea única (SERA en sus  siglas en inglés) y que tiene como principal objetivo lograr que los  mastodontes públicos que aún no han separado la gestión de las infraestructuras  y la prestación de servicios de transporte ferroviario, especialmente Deutsche  Bahn (DB) de Alemania y SNCF, den su brazo a torcer. Incluso la Comisión puso a  DB como ejemplo de malas prácticas al citar expresamente el caso de la  concesión del servicio ferroviario en la región alemana de Sajonia-Anhalt, en  la que el monopolio público resultó adjudicatario a través de DB Regio tras  comprometerse ante la administración concedente a cubrir, durante 15 años, las  posibles subidas de los cánones de acceso... que cobra el administrador de  infraestructuras germano, DB Netze. Este tipo de compensación entre  filiales de un mismo holding, señala la Comisión “sólo está disponible para las estructuras  ferroviarias integradas. Asimismo recordó las trabas impuestas por la italiana Ferrovie  dello Stato (FS) a la   privada Arenaways, o el uso de información privilegiada por  parte de SNCF para beneficiar la posición comercial de su filial de carga (SNCF  Fret), como muestras de que la integración vertical es un obstáculo a la creación  de un mercado único ferroviario. Pese a reconocer la cruda realidad del fracaso  del proceso de liberalización iniciado en 2001, la Comisión Europea  sólo exige en su propuesta que la separación entre infraestructuras y servicios  sea efectiva, pero afirma expresamente que allí donde los estados miembros desean mantener las  estructuras de holding actuales (...) se propone introducir estrictas  salvaguardas para proteger la independencia del gestor de la infraestructura,  incluyendo un proceso de verificación por parte de la Comisión que asegure que  se crea un terreno de juego nivelado para todas las empresas ferroviarias”.  Esa verificación consistirá en comprobar que la  segregación dentro del-holding se está cumpliendo y, lo que es más importante,  incluye una cláusula por la que la Comisión se reserva el derecho a autorizar a  otros estados miembros para que bloqueen el acceso en su red a aquellos  operadores que incumplan esa separación. La propuesta de la Comisión también  recoge la reforma teóricamente definitiva sobre el mercado ferroviario  interior. Tras liberalizar los tráficos de mercancías internacionales y  nacionales primero, y los servicios de viajeros transfronterizos, el Ejecutivo  comunitario entró de lleno en la liberalización de los respectivos mercados  nacionales de pasajeros. La fecha tope para la culminación de este proceso es  el año 2019, No obstante, el propio organismo reconoce que en 16 de los 25  estados miembros el 90% de los servicios se prestan directamente por el  operador nacional, y sólo ha sido capaz de encontrar como ejemplo de  competencia en libre acceso y con un operador privado el caso de NTV  en Italia, que está participada al 20% por SNCF. stá por verse como marchará  este proceso en una Europa aún sumida en una fuerte crisis económica y con alto  nivel de desempleo. (El Cronista)
    
