11/09/15

 

FRANEVOTICH ARMO UNA MILLONARIA COMPRA DE DURMIENTES PARA CAMBIAR LOS NUEVOS QUE NO RESISTEN EL PASO DE LOS TRENES

 

 

Mientras discute con las empresas contratistas de vías cuánto les va a pagar por la tarea adicional de reponer los bloques defectuosos, el Gobierno lanzó una megalicitación de durmientes de hormigón por $ 517 millones para sustituir los nuevos que no resistieron el paso de los trenes y renovar los antiguos de quebracho que están asentados en los ramales a Córdoba y Tucumán.

A menos de 100 días del cambio presidencial, la Administración de Infraestructuras Ferroviarias  (ADIF)—que conduce el randazzista Ariel Franetovich—armó contrarreloj un llamado a licitación para comprar 475.000 durmientes pretensados que deberán ser entregados entre octubre de este año y marzo de 2016.

De acuerdo con las estimaciones oficiales, alrededor del 30% de los nuevos durmientes que adquirirá la ADIF se utilizarán para remplazar los que habían sido colocados en los últimos meses y se rompieron cuando empezaron a circular los trenes de pasajeros y de cargas.

Desde los primeros meses de este año se vienen registrando serios problemas con los durmientes de hormigón que fueron instalados en el ramal Plaza Constitución-Mar del Plata, en el corredor Retiro-Rosario y en varios tramos de la red del ferrocarril Belgrano Cargas.

Según advirtieron las empresas encargadas de renovar las vías, las fallas se registran con los durmientes que la ADIF le había comprado a la firma marplatense DHASA. Esta empresa pertenece al grupo Solana y bajo la gestión de Franetovich se ha quedado con varios contratos de suministros de materiales y obras de arreglos de vías y estaciones.

Si bien en casi todos los tramos en que fueron divididas las obras de vías se verificaron inconvenientes con los durmientes, el caso más llamativo se dio en las cercanías de la estación Ramallo del corredor Retiro-Rosario. En un tramo de 50 kilómetros, el 25% de los durmientes que se colocaron en los últimos meses ya encuentran quebrados y rotos.

A nivel institucional, la cuestión de los durmientes defectuosos escaló hasta los más altos niveles del Gobierno. A principios de agosto, la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO)—una aliada histórica de la administración kirchnerista por los cuantiosos contratos de obras públicas que se adjudicaron en los últimos 12 años—salió a pedirle publicamente al ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo que intervenga para solucionar el problema y destrabar los pagos atrasados de las renovaciones de vías.

La millonaria licitación (63/2015) que la ADIF puso ahora en marcha para proveerse de durmientes de hormigón que soporten el paso de un tren de 45 vagones de 3.100 toneladas tiene varios puntos llamativos que han planteado varias dudas y suspicacias entre los eventuales oferentes y especialistas del sector.

En primer lugar, en vez de adjudicar directamente el suministro de los durmientes a las empresas que coticen el precio más bajo, el pliego establece la conformación de una “lista corta” con las compañías que sean “calificadas” según sus antecedentes y valores ofertados.

Las curiosas reglas de juego de esta compulsa determinan que la ADIF va a seleccionar de la “lista corta” a la empresa que deberá proveer las partidas mensuales de durmientes que se requieran para las obras de vías.

El manejo discrecional de los funcionarios con las empresas calificadas llega hasta tal punto que, tal como sostiene el pliego, “la ADIF no se encuentra obligada a adquirir durmientes a cada uno de los integrantes de la lista corta, pudiendo existir integrantes que no resulten adjudicatarios de ninguna orden de compra ya que se  podrá adquirir la totalidad de los durmientes previstos a un solo oferente”.

El segundo punto polémico está vinculado con la ventana abierta para la presentación de “ofertas alternativas”. Las empresas interesadas podrán presentar una “oferta alternativa” sin necesidad de tener una “oferta básica”, a contramano de los que sucede en todas las licitaciones de obras y servicios públicos. De este modo, los oferentes pueden plantear condiciones y plazos de entrega distintos a los exigidos en el pliego, quedando la decisión final bajo la arbitrariedad de la comisión evaluadora.

El tercer aspecto significativo tiene que ver con el pago de anticipos y la actualización de los precios. A diferencia de las contrataciones habituales de obras públicas donde el anticipo representa el 20% del contrato, en éste caso los proveedores de durmientes podrán embolsar el 30% de cada órden de compra que le asigne la ADIF. En cuanto a la redeterminación de precios, se prevé un mecanismo especial para ajustar el valor de los durmientes cada vez que haya una suba superior al 10% en los costos de los insumos y la mano de obra.

En tanto, para no volver a tener problemas con la calidad de los durmientes, los funcionarios de Transporte pusieron ahora más exigencias y controles. Según el pliego licitatorio, la ADIF “podrá supeditar la calificación, adjudicación o contratación de la provisión de durmientes al dictamen técnico favorable de una inspección in situ a las instalaciones de fabricación”.

Además se dejó estipulado que los proveedores “correrán con los gastos de todos los ensayos, comprobaciones y mediciones que la ADIF determine a los efectos de verificar el ajuste a las especificaciones del material recibido” y que los inspectores oficiales “tendrán libre acceso a los lugares de almacenamiento o fabricación de los durmientes para proceder a la fiscalización y verificación de la calidad de los materiales y tareas realizadas”.


Última actualización Viernes 04-Jul-2014 ---- info@puntaderieles.com.ar / info_punta_de_rieles@yahoo.com.ar