04/10/2013
LA SOBERBIA DE RANDAZZO Y EL REALINEAMIENTO GREMIAL
El cambio de jurisdicción del área de Transporte que a mediados del año pasado pasó de la órbita del ministerio de Planificación de Julio De Vido a la cartera de Interior de Florencio Randazzo produjo un notorio reacomodamiento en la relación que venían manteniendo los gremios ferroviarios con la administración kirchnerista.
De un alineamiento casi monolítico con las posturas oficiales que mostraron los cuatro sindicatos del sector --Unión Ferroviaria (UF), Señaleros, APDFA y La Fraternidad--entre 2003 y 2012 se ha pasado ahora una configuración claramente opositora que muestra con "tres gremios en contra y uno solo a favor".
Las lamentables tragedias de Once y Castelar y la permanente soberbia de Randazzo alteraron el "acompañamiento" gremial ferroviario y ahora la única entidad que se encuadra abiertamente con el Gobierno es la Unión Ferroviaria.
Por diversos motivos, los fraternales, los señaleros y el personal jerárquico se han pasado a la vereda de enfrente y no dejan pasar oportunidad alguna para cuestionar y lanzar sus dardos contra la gestión que encabeza Randazzo.
Además --y para mayor irritación del titular de Transporte--éstos gremios mantienen un diálogo directo con De Vido a quien consideran el único interlocutor válido y confiable del Gobierno.
Las constantes alusiones de Randazzo a la crítica situación que heredó por culpa de las malas gestiones anteriores constituyen para De Vido y sus gremialistas cercanos una "buchonada" imperdonable.
Para marcar diferencias con sus antecesores, Randazzo no ahorra cuestionamientos públicos y privados contra los funcionarios de Planificación y los representantes sindicales que integraron el Poder Ejecutivo en los últimos años.
Lejos de aplacarse, la estocadas de ambos lados prometen extenderse después de las elecciones de octubre que se perfilan muy negativas para el Gobierno.