11/07/11
OTRO PAPELON DE SCHIAVI Y
LUNA CON LOS TRENES TALGO
El titular de Transporte, Juan Pablo Schiavi y el subsecretario de Transporte Ferroviario, Antonio Luna sumaron un nuevo papelón a sus pobres y polémicas gestiones.
Tras haber tenido durante casi siete meses parados los trenes Talgo y luego de descartar las opciones de correrlos a Rosario y Córdoba, la dupla de Schiavi y Luna ordenó la realización de una nueva prueba técnica en la vía a Mar del Plata con el fin de comenzar a correr un servicio regular antes de fin de mes.
Con técnicos y empleados de la SOFSE y de Ferrobaires, uno tren Talgo de los dos que arribaron al país salió a rodar hacia la ciudad feliz el último viernes con el objetivo de chequear el comportamiento en las vías y la estabilidad de la formación en los trayectos donde puede circular a mayor velocidad.
De acuerdo con los datos obtenidos por EL CAMBISTA INDISCRETO el arribo del Talgo a Mar del Plata estaba previsto para antes de la 13.00, pero por problemas técnicos y mecánicos la formación llegó sólo hasta Dolores y enseguida emprendió el regreso a Plaza Constitución.
El viaje fallido del Talgo dejó, otra vez, a los marplatenses con las ganas de poder contar con el tren que Schiavi ya anunció y prometió no menos de tres veces en lo que va del año.
La intención del Gobierno era poner en servicio el Talgo el viernes 15 en coincidencia con el inicio de las vacaciones de invierno en la provincia de Buenos Aires.
Pero por los inconvenientes técnicos y la ineficiencia del área de Transporte, el debut del Talgo tuvo que posponerse para la última semana de julio.
Si bien los funcionarios aseguran que esta vez se cumplirá la fecha, nada asegura que se puedan resolver los problemas a tiempo.
Una cuestión no menor que aún no está resuelta es quien se hará cargo del mantenimiento de los Talgo.
Según el acuerdo de compra de las formaciones, esa tarea iba a quedar a cargo de Renfe y la empresa Talgo mediante un contrato específico de cuatro años de duración que el Gobierno debía firmar antes de que comenzara la operación comercial.
Ese convenio preveía la importación de repuestos y herramientas que no se ha concretado y una serie de ventajas operativas para Renfe-Talgo que eran casi leoninas para el Estado. Entre otras "ayudas", a los encargados del mantenimiento el contrato les facilitaba todos los servicios de luz, gas y agua en forma gratuita junto con el uso sin cargo alguno de las instalaciones del taller Kilo 4 de Ferrobaires.