19/11/14
Humo, pánico y 25 heridos en un accidente en el Mitre
El miedo viajó ayer en una formación del ferrocarril Mitre. Decenas de pasajeros vivieron minutos de incertidumbre y angustia, entre una densa humareda que ingresó a los vagones producto de un cortocircuito en el primer boggie de un tren que viajaba con destino a José León Suárez. Por temor, los usuarios saltaron por las ventanillas y puertas, y dos mujeres sufrieron fracturas expuestas, además de otras 23 personas que terminaron con traumatismos leves.
El incidente ocurrió cuando el tren eléctrico tomó contacto con un rollo de alambre de púas de unos 15 metros que estaba sobre la vía, por lo que la empresa no descarta que se haya tratado de un hecho intencional. El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, avaló esta teoría. "Investigaremos cómo fue que un rollo de alambre llegó a las vías, generando la detención del tren y la alarma de los pasajeros", aseguró el funcionario.
Cerca de las 14, la formación de cinco vagones salió de la estación Villa Urquiza y, metros después, sufrió el desperfecto entre los cruces de las calles Aizpurúa y Ceretti. Por protocolo de seguridad, y debido a la investigación, fue interrumpido el servicio de toda la línea. Horas después se restableció en su totalidad.
Corredores Ferroviarios, operadora del servicio, informó que "se produjo un arco voltaico en la formación Nº 3553" y que, de acuerdo con los peritajes, "el incidente fue provocado por un rollo de alambre de púas que entró en contacto con el tercer riel, generando un chispazo a la altura del primer boggie". Se trata de un arco voltaico similar al que se genera en cualquier electrodoméstico en cortocircuito.
"Sentí una fuerte explosión y se cortó la luz. Después, los vagones se empezaron a llenar de humo y ahí todos nos desesperamos. La gente gritaba que el tren se estaba incendiando. Traté de salir, pero no pude porque las puertas estaban cerradas y todos hacían fila para salir por las ventanas", contó a LA NACION Alejandra Romero, que viajaba de regreso a su casa y sufrió un esguince en el tobillo izquierdo.
Los heridos más graves son dos mujeres, de 55 y 26 años, que sufrieron fractura expuesta de muñeca y tobillo, respectivamente. La más joven viajaba con su hija de un mes, a quien logró sacar por una ventanilla antes de saltar (ver aparte). Además, el director del SAME, Alberto Crescenti, confirmó que 16 personas fueron atendidas en el lugar y otras nueve, derivadas a hospitales porteños: seis al Pirovano, dos al Tornú y una al Fernández; entre ellas estaban las mujeres fracturadas.
La trompa de la formación quedó a 50 metros del cruce peatonal de Aizpurúa, pero el último vagón se ubicó sobre el cruce bajo a nivel de la calle Ceretti. A los costados se encuentran unas rejas, que hicieron más difícil la evacuación de los pasajeros, quienes, apretados, lograron superar el obstáculo.
Como ocurre cada vez que un tren queda varado en la vía, el peligro para los pasajeros estuvo cerca, ya que dieron los primeros pasos a centímetros del tercer riel, por donde circula la energía eléctrica. A pesar de que el servicio se interrumpe por seguridad, allí queda energía residual.
Sospechas
La concesionaria del servicio y el gobierno nacional coincidieron en la posibilidad de que no se haya tratado de un hecho aislado. Por tal motivo se inició una investigación para determinar las causas. "Estamos trabajando mucho en el Mitre. Terminamos de cambiar la vía integralmente, estamos renovando las estaciones; de hecho en Villa Urquiza se está trabajando en estos momentos, y la semana próxima pondremos en marcha las formaciones cero kilómetro para el ramal Retiro-Tigre", dijo Randazzo.
Mientras una locomotora se alistaba para retirar la formación, que quedó inutilizada por el cortocircuito, uno de los operarios que trabajan en la estación también sembró las dudas. "El alambre no llega ahí de casualidad. Un pedazo puede quedar de lo que se tira, pero un rollo de 15 metros es poco probable", reconoció. Informe: Agustina Mac Mullen
Tuvo que saltar del vagón y se quebró el tobillo
Jorgelina Santillán, de 26 años, se subió al tren Mitre, ramal Suárez, en la estación de Merlo junto con su beba de un mes. Cuando ocurrió el incidente, la gente comenzó a correr de un lado a otro y ella tuvo que abandonar el tren, a la fuerza. "Viajaba hacia el centro, porque tenía que hacer unos trámites en su antiguo trabajo, donde era empleada doméstica", relató su tía, Karina Ferreyra, en la puerta del hospital Pirovano, donde Jorgelina permanecía ayer internada con fractura expuesta del tobillo izquierdo.
Ferryra agregó que su sobrina intentó sacar primero a su hija por la ventana y, después, cuando ella intentó salir, se golpeó la pierna. "La verdad es que la gente intentaba salir de los vagones con desesperación porque estaban llenos de humo. Ella no tuvo otra alternativa que saltar. Ahora está muy angustiada. Una locura lo que ocurrió", dijo la mujer. (La Nación)