11/04/14

 

El chisporroteo de la chorbita mandó a vía muerta al “Trencito” de Yerba Buena

 

El tren chico o tranvía rural a vapor hacia Yerba Buena llegó a convivir con el ramal C-18 del Ferrocarril Noroeste Argentino. La chorbita con trocha decauville se inauguró en 1916, para el centenario de la Independencia argentina y se cerró una década después en 1926. Aunque los paseantes lo utilizaban asiduamente el servicio fue levantado por el oneroso costo que demandaba


Funcionaba a vapor. Salía a la mañana rumbo al pie del cerro, en Yerba Buena. Regresaba a la tarde, al mismo sitio desde donde había partido: la estación terminal de la plaza Alberdi, sobre calle Santiago del Estero. Era de trocha decauville con coches sin laterales. Se construyó durante 1915, se inauguró al año siguiente, pero sólo funcionó casi una década. Le llamaban “El Trencito”, el tranvía rural a vapor, el tren chico o “La Chorbita”.

El filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1884-1900) decía que “lo que hacemos no es nunca comprendido, y siempre es acogido sólo por los elogios o por la crítica. Y la irracionalidad de una cosa no es un argumento en contra de su existencia, sino más bien una condición de la misma”.

La acepción, al margen de toda preferencia o indiferencia, grafica con crudeza la efímera existencia de este original medio de transporte, que despertaba la curiosidad de propios y extraños.

A mediados de diciembre de 1915 y a través de una ley, según una investigación de la profesora Elena Perilli de Colombres Garmendia, se autorizó -al Poder Ejecutivo provincial- la explotación de una línea férrea de pasajeros y carga o tren rural, que vincularía a Marcos Paz con la capital tucumana. El instrumento legal también propiciaba otras mejoras para San Miguel de Tucumán, ante la proximidad del centenario de la Independencia argentina.

El recorrido
El gobierno provincial construyó el llamado Tranvía Rural a Vapor (que se inauguró en ocasión del centenario de la Independencia, en 1916). Es decir, un ferrocarril liviano de trocha angosta, que salía desde la calle Santiago, a la altura de la plaza Alberdi. Se dirigía hacia al oeste hasta la intersección de Santiago y avenida Mitre. Por esta última, encaraba hacia al norte hasta la avenida Manuel Belgrano. En ese punto retomaba el sentido oeste y por Belgrano se dirigía hasta avenida Ejército del Norte. Giraba hacia el sur hasta llegar a la calle Córdoba (hoy Don Bosco). Atravesaba Villa Luján; o Villa Nueva por entonces. Por esta última arteria avanzaba al oeste hasta Aconquija -hoy conocida como Luis Federico Nougués- retomaba el sentido sur hasta desembocar en la avenida Mate de Luna y por esta arteria de doble mano encaraba hacia Yerba Buena, hasta arribar a la estación terminal ubicada al pie del cerro San Javier.

Un servicio mixto
“La Chorbita” atravesaba 12 km de vías, con trocha de 60 centímetros (otros dicen de 75 cm). Entre cuatro y cinco locomotoras atendían ocho coches cerrados, seis abiertos y cinco de carga. En realidad fue un servicio mixto, entre tranviario y ferroviario, que dejó de funcionar en 1926. Contaba con un taller y depósito de máquinas en Asunción y avenida Belgrano. Además contaba con estaciones en Villa Luján, frente a la parroquia homónima, otra era un lugar conocido como “el viejo surgente, ubicado al iniciar el recorrido por avenida Mate de Luna, paradas en su trayecto que aún hoy se recuerda como la n° 9, 10, 11- Bajo Hondo- Camino del Perú, etcétera.

La misma denominación
Incluso “la parada N° 10”, aún mantiene su denominación y se encuentra en avenida Mate de Luna al 3500, donde nacen las avenidas Adolfo de la Vega, hacia el sur, y América, hacia el norte.

“Sin dudas la experiencia -al inaugurarse el tren chico- era inédita”, subraya la profesora Perilli de Colombres Garmendia, en el libro Yerba Buena, la Parroquia, un pueblo. “La provincia -añadió- iniciaba una verdadera explotación industrial construida y administrada directamente por el Estado y se vencía la prevención de la ineficacia estatal para este tipo de obras”.

Asimismo con el tren se acercaba la montaña a la ciudad, se propiciaba el turismo y los abastecimientos materiales de construcción, elementos de trabajo, a la ciudad jardín.

El ministro de Gobierno, doctor Eudoro Avellaneda, al habilitarse el tranvía rural a vapor hasta Villa Luján, el 29 de junio de 1916, señaló: “el Estado buscaba el desarrollo y adelanto de los centros comerciales suburbanos, estimulando una mayor atracción de la gente hacia los mismos y desviar, en consecuencia, la errónea tendencia que significa siempre la proximidad de las ciudades, en perjuicio grande de los primeros y sin beneficio positivo para las últimas. Había que crear y acrecentar los estímulos de la existencia fuera de la ciudad”.

Los rieles “decauville”
El doctor Víctor Hugo Rossi, consultor en transportes ferroviarios y nieto de Federico Rossi -una de las calles de Marcos Paz lleva su nombre- explicó que los rieles decauville, de 600 mm que se emplearon en “el trencito” a Yerba Buena también fueron usados en el sistema decauville de Portugal y Brasil; en el ferrocarril turístico del Alto Llobregat, de España; en la red norte de Chile; en el extinto Ferrocarril Militar de Puente Alto hasta El Volcán, Cajón del Maipo, y en nuestro país hasta 1960, en el Ferrocarril Económico Correntino, y en la actualidad, en el Tren Ecológico de la Selva, en las cataratas del Iguazú”.

Confusión
Por otra parte, aclaró que hay alguna confusión respecto a lo que debe o no denominarse “trocha decauville”. Describió que la empresa francesa Decauville, creada en 1875, fabricó tanto raíles como material ferroviario muy variado para uso industrial y de transporte en general. “Uno de sus inventos más difundidos, por su facilidad de instalación, fue la vía de 600 mm de ancho donde los raíles estaban integrados con los durmientes en una única pieza de acero”, puntualizó. Además, según Rossi, la facilidad de esta instalación popularizó su empleo en la minería, la industria y en la guerra. “La vía Decauville -que no es lo mismo que una trocha- se fabricó luego en otras medidas inferiores y superiores. La denominación ´trocha Decauville´, que en Francia se aplica solamente a la medida de 600 mm, no tiene significado preciso en Argentina”, enfatizó.

Carga pesada
Lo concreto es que el servicio de tren a vapor y vía decauville, que hacía 1925 ya había transportado 135.505 pasajeros, se transformó en una carga pesada para el fisco, a raíz de los gastos de mantenimiento que requería su funcionamiento. Y por ello comenzó a declinar, hasta que en 1926 fue clausurado.

Manuel Sancho Miñano, inquieto buceador del pasado yerbabuenense, evocó un relato de Simón Alberto Vera, investigador de la historia y nativo de la ciudad jardín en 1926. “El acto inaugural se realizó en la parada de la escuela Aconquija (hoy Reconquista) en la intersección de Aconquija y Reconquista. Se lo utilizaba como medio de paseo para la gente de San Miguel de Tucumán. Eran coches descubiertos y debido al chisporroteo de la máquina, que el viento arrojaba sobre los coches, los pasajeros terminaban la excursión con la ropa llena de agujeros. Los habitantes de Yerba Buena muy poco lo usaban por este motivo”.

José Narosky, escritor argentino que se popularizó por sus aforismos, asegura que “la incomprensión, más que la imposibilidad de comprender, es la imposibilidad de sentir”.
Desde el anden de la ciudad jardín
- LA RANDERA.- Otro de los apelativos con los cuales se conocía al tranvía rural a vapor era La randera tucumana. Así denominaban a una de sus seis unidades. Esa formación arrastraba habitualmente dos coches cubiertos. Por lo general los fines de semana se agregaban otros dos coches, que eran descubiertos, para poder atender la demanda de viajeros.

- EL CARNAVAL.- Otra época de servicios abarrotados del trencito ocurría durante el carnaval de Yerba Buena, que era muy concurrido. Según la tradición oral, por esos años, eran los únicos bailes públicos conocidos y muy requeridos por el prestigio que gozaban. Los coches no daban abasto para esa festividad.

- FIESTA VENECIANA.- En el jardín de la casa de Elías Gasset, en 1920, se montó un escenario y se organizó una fiesta veneciana para recolectar fondos para la construcción del nuevo templo. La comisión organizadora, de la cual era miembro la esposa de Gasset, solicitó a la empresa del tranvía rural un tren especial, que ese día salió a las 8.30 desde plaza Alberdi con los asistentes al evento.

- ESPECIAL.- Otro acontecimiento que requirió de un servicio especial del tren chico fue un homenaje que se hizo al gerente de Agar Cross, en el mismo año que el anterior. Ese día partió la formación a las 7 y llegó a las 8, al pie del cerro.

- REVISTAS.- El tranvía rural también llevaba las revistas y las noticias a Yerba Buena, las cuales eran muy esperadas por la comunidad pedemontana. (La Gaceta)

 

 


Última actualización Viernes 11-Abr-2014 ---- info@puntaderieles.com.ar / info_punta_de_rieles@yahoo.com.ar