17/06/13
Liberan al maquinista pero sigue imputado en la causa
Daniel López, el conductor del tren que provocó la tragedia de Castelar, declaró ayer ante la Justicia y fue puesto en libertad. El maquinista aseguró que ni el freno principal ni el de emergencia del tren Chapa 1 funcionaron, y que por eso embistió a la otra formación a la altura de la barrera de la calle Zapiola. Además sostuvo que más de una vez la empresa le había “llamado la atención” por conducir despacio. El maquinista fue liberado por el juez federal de Morón Jorge Rodríguez. De todas formas, sigue imputado en la causa por “estrago doloso seguido de muerte”. En tanto, Raúl Ahumada, el conductor del tren que fue chocado, quedó en libertad por falta de mérito. López estaba con prisión preventiva desde el jueves, cuando ocurrió el accidente que causó tres muertes y dejó 315 heridos. El juez lo liberó porque entiende que no hay peligro de fuga. La abogada del maquinista, Valeria Corbacho, fue la encargada de dar a conocer la versión del conductor. Contó que en el viaje de ida de Moreno a Once había tenido demoras, y por eso, para compensar, se decidió que el de regreso no parara en todas las estaciones. De hecho reveló que, a lo largo de los años, la empresa le había llamado la atención a López por llegar más tarde de lo estipulado con la formación que conducía. “Eso lo describe como un conductor cuidadoso”, dijo la abogada. Con respecto al hecho del jueves, contó que hasta Morón la formación Chapa 1 venía funcionando bien, pero en el trayecto a Castelar, y al observar las señales que le indicaban bajar de velocidad y luego detenerse, López intentó frenar. “El freno principal no respondió en dos oportunidades. Luego activó el de emergencia, que también falló. Al ver la cola de la formación que estaba detenida adelante, López repitió las maniobras de freno, y como seguían sin funcionar, se corrió de su pupitre y se preparó para el impacto, en ningún momento salió de la cabina ”. Este relato coincide con lo que había adelantado el viernes el secretario de Prensa de La Fraternidad, Horacio Caminos, quien aseguró que poco después del accidente habló con López, quien le dijo que los frenos no habían funcionado. Esto también explicaría por qué el tren venía en constante aceleración y no respetó las señales de peligro. La abogada Corbacho reveló más detalles: “El Chapa 1 es un injerto, tiene repuestos de diferentes marcas. En noviembre del año pasado frenó a dos metros del paragolpes de la terminal de Once, casi lo mismo que había pasado en la tragedia de febrero, por eso lo mandaron seis meses al taller. Pero el lunes ya había fallado de nuevo”. Esta no es la postura del Gobierno. El titular de la CNRT, Ariel Franetovich, salió el sábado a mostrar fotos de la cabina donde se ve que la palanca de aceleración estaba al máximo y no se había activado el freno de emergencia. Desde el primer momento el Gobierno se preocupó por afirmar que la formación estaba en perfectas condiciones, lo que implicaba culpar al motorman. Sin embargo, la abogada del conductor lo relativizó: “Hizo muchas maniobras para intentar frenar, la posición de los comandos no es indicativo de nada. López es padre de cuatro hijos y él mismo atiende un comedor comunitario, no subió al tren a matarse”. El gremio también criticó al Gobierno por haber mostrado esas fotos. “La actitud del ministro es repudiable. Pide mesura y después salen a tirar información cuestionable. Con tal de salvar su pellejo, el ministro es capaz de cualquier cosa, incluso de incinerar a un trabajador antes de que la Justicia se expida”, disparó Caminos. (Clarín)