24/05/13

 

Para Macri, el subte no es prioridad

 

La gestión encabezada por Mauricio Macri sólo acumula fracasos en materia de transporte público. Ya nadie cree posible el cumplimiento los famosos "diez kilómetros de subte por año" con que llegó a asumir la Jefatura de gobierno. La desidia de la gestión PRO perjudica la calidad de vida de los habitantes y nos llena de interrogantes sobre la planificación para las próximas décadas.    

El nuevo ataque es dirigido a la Línea I. Esta vez, la excusa es que no existe una demanda de pasajeros que justifique la construcción del ramal. En cambio, se planea un nuevo carril exclusivo para colectivos, mal denominado "Metrobus". Esto se desprende de las últimas declaraciones del presidente de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), Juan Pablo Piccardo.  El trazado original de La línea I contempla diez estaciones que unen de manera transversal los barrios de Parque Chacabuco y Palermo, pasando por Caballito y Villa Crespo en un recorrido de 6,6 km. En una segunda etapa, se previó su extensión hacia Barrancas de Belgrano y Ciudad Universitaria, beneficiando a los miles de estudiantes que se movilizan día a día.  La nueva línea favorecería la conexión norte-sur de la ciudad, materia pendiente para los porteños. Sería transversal a las líneas A, B y D, favoreciendo una mayor conectividad en la red. Por último, sería una arteria para la zona oeste de la ciudad, lo que permitiría que los pasajeros no tengan que llegar al centro o a las saturadas terminales de Constitución, Retiro o Miserere para hacer combinaciones.  Ante este escenario cabe el siguiente interrogante: ¿cuál es la planificación en materia de transporte del gobierno de la ciudad de Buenos Aires? Hasta ahora, los únicos beneficiados parecen ser las empresas de colectivo. Piccardo propone el remplazo del subte por el Metrobus, conociendo que no existe una integración tarifaria, por lo que el pasajero no tendrá acceso a la posibilidad de realizar combinación y deberá pagar dos boletos en lugar de uno.  ¿Es creíble el argumento de que la demanda existente no justifica invertir en una línea de subterráneo? Cuando en 2001 se aprobó la Ley 670 que establece la traza de las futuras líneas, SBASE realizó los estudios de demandas y necesidades. Por ahora se desconoce cuál fue el estudio realizado por la gestión actual para desmantelar lo previamente planificado.  No es la primera embestida que sufre esta línea por parte del actual gobierno de la ciudad: en 2008, el PRO intentó reformar la Ley 670, planteando la modificación de las trazas de las líneas F, G e I. En el caso de esta última, se buscaba establecer un eje por avenida La Plata-Río de Janeiro, abandonando el paso por Primera Junta e impidiendo la combinación con la línea A y la estación Caballito del Ferrocarril Sarmiento. La resistencia de los vecinos del barrio obligó al PRO a dejar de lado aquella idea, que se desconoce a qué intereses respondía pero sólo beneficiaba a las empresas de colectivos.  El gobierno de la ciudad ya brindó numerosas señales de su desidia por esta modalidad de transporte. Desde su asunción sólo construyó 500 metros nuevos y, no conforme con eso, frenó la mayor parte de las obras que se encontraban en ejecución: extensiones de la línea A (San José de Flores-San Pedrito) y línea B (Echeverría-Juan Manuel de Rosas), sumado al la cancelación de las estaciones Sáenz y Pompeya del tramo sur de la línea H.  Pensar una Buenos Aires a largo plazo requiere, entre otras cosas, dotarla de una infraestructura que garantice el derecho a la movilidad de los porteños. El subte tiene allí un rol estratégico: permite agilizar el tránsito de superficie en una ciudad colapsada, pero además es más rápido, limpio y seguro, por lo que mejora la calidad de vida de sus habitantes. Ninguno de esos puntos parece estar en los planes de la gestión de Mauricio Macri. (Tiempo Argentino)


 

 

 


Última actualización Viernes 24-May-2013 ---- info@puntaderieles.com.ar / info_punta_de_rieles@yahoo.com.ar